sábado, 1 de febrero de 2014

El oso blanco de Heisenberg en la sustancia azul

Aguerrido soldado, disoluto bebedor, en su infancia un hermano le dijo: “bajo ningún concepto pienses en un oso blanco” y nada, que no hacía más que pensar en osos blancos, no había manera de pensar en otra cosa. Tolstoi lo refiere, y me viene al recuerdo. En su pueblo de él todo lo que decían era que bebía.
La medida siempre es modificada por el sistema de medición: aplicado a la constante de Planck, demuestra Heisenberg que los principios  de la física clásica son cuando menos cuestionables en la física cuántica; el que hace la medición modifica la medida. A mayor búsqueda de certeza en la posición de una partícula menos se conoce acerca de sus movimientos lineales, y menos de su velocidad.
O sea: que siempre que te fijas en algo hay demasiado que dejas de observar.
Arde Francia en la indignación de los que son estafados y encima con la hipocresía evidente de sus mandatarios: el socialismo nunca se cansa de ponerse en evidencia; anda España en rabia porque la hipocresía y el cinismo del gobierno socialista de Rariano y la oposición socialista no tienen fin ni vergüenza, y en solución magnífica (uy, no se ha notado nada) montan dos partidos iguales clonados, a izquierda y derecha, de manera que “taponan” las salidas de la gente de este magma insulso de la socialdemocracia liberal creyendo que podrán seguir controlándolo todo, creyendo su propia inmortalidad, robando sin cinismo ni pudor, todos, por todas partes, todo mientras señalan al alcoholismo de algunos o cualquier defecto nimio a ver si cuela, y creen poder taponar lo que más temen: que la gente se organice no por facciones políticas o según un sistema de defensa de intereses de una u otra facción de la plutocracia, sino por criterios nacionales que han abolido por decreto y actúan como si fuese así de toda la vida y si cuela, cuela, y al servicio del amo plutocrático: lo que más temen es que la gente recupere su identidad como nación, en Francia, en España, en Alemania, y eso es lo que intentan disimular creando partidos, encarcelando famosos, y negando la realidad en todo momento.
Miden la realidad en los términos que les benefician a ellos, los económicos, sin considerar el principio de incertidumbre de Heisenberg al que confunden con el gran metanfetamínico; y no hacen más que señalar osos blancos por todas partes para que la gente no piense y no vea que los han engañado a ellos todos, en todo, por todas partes.
Gracias a Gödel sabemos la inconsistencia de toda su artefactual mentira económica: si un sistema es consistente, no es posible probarlo desde el mismo sistema.
Y el oso blanco está con el gato de Schrödinger en la caja esperando que venga el conejo blanco del tiempo a llevarlos a tomar te con el Madhatter, mientras, el pueblo empieza a pasar a la autodefensa, y se defiende de sus gobernantes.

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