martes, 11 de febrero de 2014

Superstición

El sábado una Infanta de España declaró ante un juez.
El domingo insultaron a la memoria de Goya en una fiesta de imitación a la del Oscar americano por parte de las aspirantes a misses nacionales y su corte de honor: como el sistema ha decidido que la propaganda es la ley, y el cine es lo más de la propaganda porque no exige ni sentido crítico ni esfuerzo (o así lo creen) el cine es la cultura, y las aspirantes a misses y su corte de honor se erogan el papel de ser la voz de “el pueblo” siendo siempre éste una entelequia que a cada momento decide una cosa, y sólo mantienen estable su condición de ser necesitados de la defensa de este gremio de misses que, en defensa de la igualdad, exigen para su industria un trato más favorable que los fontaneros o los verduleros.
Es que España (por fin) es un país moderno. Somos europeos.
Cuando no éramos un país moderno, un Rey de España antes de tomar el cargo –vitalicio, no eran “profesionales”- también tuvo que presentarse ante la justicia, y prestar juramento: debía jurar que no había sido cómplice de la muerte de su hermano; y aunque esto no sucedió, da rango del carácter de España; tuvo que jurar, en Santa Gadea
……………de Burgos,   do juran los hijosdalgo,
le toman jura a Alfonso   por la muerte de su hermano;
tomábasela el buen Cid,   ese buen Cid castellano,
sobre un cerrojo de hierro   y una ballesta de palo
y con unos evangelios   y un crucifijo en la mano.
Las palabras son tan fuertes   que al buen rey ponen espanto;
—Villanos te maten, Alonso,   villanos, que no hidalgos,
de las Asturias de Oviedo,   que no sean castellanos;
mátente con aguijadas,   no con lanzas ni con dardos;
con cuchillos cachicuernos,   no con puñales dorados;
abarcas traigan calzadas,   que no zapatos con lazo;
capas traigan aguaderas,   no de contray ni frisado;
con camisones de estopa,   no de holanda ni labrados;
caballeros vengan en burras,   que no en mulas ni en caballos;
frenos traigan de cordel,   que no cueros fogueados.
Mátente por las aradas,   que no en villas ni en poblado,
sáquente el corazón   por el siniestro costado;
si no dijeres la verdad   de lo que te fuere preguntando,
si fuiste, o consentiste   en la muerte de tu hermano.
Las juras eran tan fuertes   que el rey no las ha otorgado.
Allí habló un caballero   que del rey es más privado:
—Haced la jura, buen rey,   no tengáis de eso cuidado,
que nunca fue rey traidor,   ni papa descomulgado.
Jurado había el rey   que en tal nunca se ha hallado;
pero allí hablara el rey   malamente y enojado:
—Muy mal me conjuras, Cid,   Cid, muy mal me has conjurado,
mas hoy me tomas la jura,   mañana me besarás la mano.
—Por besar mano de rey   no me tengo por honrado,
porque la besó mi padre   me tengo por afrentado.
—Vete de mis tierras, Cid,   mal caballero probado,
y no vengas más a ellas   dende este día en un año.
Y conforme a su propio juramento, en cuanto el rey juró en falso, el Cid obedeció su primera orden y marchó al destierro.
Con dos cojones.
Sospiro mio Çid ca mucho avie grandes cuidados.
Fablo mio Çid bien e tan mesurado:
"¡Grado a ti, señor, padre que estas en alto!
¡Esto me an buelto mios enemigos malos!"
Alli pienssan de aguijar, alli sueltan las riendas.
Claro que esto entraba dentro de la más absoluta normalidad: cuando la reina en pasmo le pidió al Rey que destituyera al Justicia de Aragón le dijo el Rey “En Aragón la gente es libre” y Vinatea salvó la vida: había tomado el juramento según el protocolo “Nos que somos como vos, y juntos más que vos, os hacemos principal para que guardéis nuestros fueros y libertades” pero claro, esto entraba dentro de la más estricta tradición: en el 645 con CHindasvinto teníamos el fuero juzgo “planteamos leyes para nosotros mismos y nuestros súbditos, y tendrán que respetarla al par que nosotros nuestros sucesores y descendientes” Pero claro, esto “está superado” y “nos hemos modernizado, somos europeos” y ahora el esquema de organización nacional ha de ser un estado copiado del modelo de la tercera república francesa, de burocracia infinita y redundante; repicado en círculos concéntricos de rangos burocráticos para justificar la existencia del estado; y los libros sagrados se han sustituido por una constitución elaborada en algún despacho de Washington, rodeada de propaganda, y modificada al momento cuando le haga falta a la burocracia, sin duda ni pudor: en un esquema fractal, el sistema se repica hacia abajo desde el estado en ergonomías, Hay Untamientos, y ahora comarcas, barrios y dentro de poco por rellanos; hacia arriba por una confederación burocrática que se llama unión europea que sirve para que exista la unión europea, que somos europeos, como los argentinos de los setenta, que eran los únicos que siempre decían “realmente, nosotros somos muy europeos” y ale, por ahí andan.
Somos modernos.
Pero a la manera clásica estaríamos preparados para una invasión zombi; de manera que si hubiera un apagón de energía tendríamos la capacidad autogenerativa, de energía y comida para subsistir, que ahora hasta el agua cortan a la gente ¡niegan el agua en España y nadie se lleva las manos a la cabeza! claro: eso lo privatizó con grandes alharacas Alfonso Guerra, y por tanto es bueno porque es positivo y moderno. Si hubiera una invasión zombi, además de poder subsistir, tendríamos una organización medieval: pueblo, comarca, nación, que resistiría con sus propios medios, a su escala: de abajo, del individuo, hacia arriba, la familia, el pueblo, los alrededores: una organización medieval, pero es que eso “ya está superado” y ahora todo depende del dinero, y sólo del dinero y nada del esfuerzo; no se considera trabajo al que no es remunerado, reglado y ordenado según la corrección política, y lo que es aceptado lo es por que la calidad es difícil de aniquilar con excusas; y nadie puede hacer nada, de nada, sin dinero: absolutamente nada. Y ahora ya está el sembrado preparado para que la gente admita sueldos de trescientos euros al mes, y den gracias además; y es imposible que nadie, absolutamente nadie pueda levantar su propia casa, con dos gallinas y un cerdo, una huerta y así subsistir: para hacer eso, hay que pagar. Enormemente además.
Pero somos modernos y europeos.
Todo está fundamentado en el catastrofismo: desde un temporal “que nunca había sido así” sólo porque hasta 1950 no se filmaban los temporales, ni nada de lo que sucede en el mundo, que es lo que siempre ha sucedido, pero ahora magnificado y espectacularizado por la propaganda para su uso: siempre se culpabiliza, es la clave: si algo sucede tu tienes la culpa: de que haga frío o calor; de que vayas al paro, o de que estés enfermo, porque todo tiene una patología y si no, se inventa; erradicada la tristeza y la melancolía en definiciones de patologías ridículas, todo te hace culpable: el aire es ponzoñoso, tu tienes la culpa; tienes colesterol, algo comes muy mal, comida enferma, lo bueno es la comida sana; tienes la menopausia: ya sólo te queda el recurso de decir que tienes el espíritu joven, porque es una patología horrible y espantosa, no es ser mujer, es otra cosa; si bebes malo, pero si no bebes peor; debes tener liturgias, pero por lo civil: vístete de spiderman para ir a correr a alguna parte todos los días, y conviértelo en una liturgia, como ir al futbol, pero no se te ocurra jugar con los amigos en la calle; emborráchate, pero los sábados por precepto y conforme a las reglas; y tu sexualidad encájala en algún arquetipo elaborado por algún resentido degenerado, y normalmente bastante feo.
Y claro, hay que seguir modernizando: porque funcionar por fueros locales, y una ley nacional que unifique, no es moderno, y además es demasiado barato, y no permite un control asfixiante de la gente ¡a donde vamos a llegar! todos entregados a la estructura que manda el poder fiduciario, y simplemente adorando al dinero como única función de la vida; y la pobreza no es la carencia de dinero, es la carencia de una vida propia, y cada cual la suya, y el respeto, la consideración y la alegría: todo ello está proscrito.
Borges definió la democracia como una superstición. El tiempo le da la razón en los espejos de la realidad que multiplican al hombre y por ello son abominables, como la cópula.







1 comentario:

El Pixapu Justicieru dijo...

¡SEMOS UROPEOS!!!