jueves, 4 de julio de 2013

Progressium politicorum populii hispaniӕ

 

 

El paro baja pero no sube el empleo; la máxima prioridad es que suba el número de asalariados, y a ello se dedica la socialdemocracia dicen: pero es que las cifras macroeconómicas favorecen. Sí, sobre todo a los que ya viven bajo puentes, o a los que directamente han muerto, o han sido eutanasiados: pero claro, no hay un diagnóstico de muerte por crisis, ergo, se disculpan en su feble concepción socialdemócrata: porque la moral exige rectitud y eso, ni locos.

Y esa es la clave del problema: no hace falta asalariados ni que sean buenos o malos asalariados, del mismo modo que no existe la clase obrera: cuando uno va apretado trabaja asalariado, hasta que puede dejar de hacerlo y se dedica a trabajar haciendo su vida; asalariado una generación, pero sus hijos todos con un sistema de vida siempre mejorado: así ha ido la humanidad, y todo lo que no sea ese camino es el error, es el horror.

Porque el dinero es un medio al cual hay que utilizar, no venerar ni adorar como un Moloch al cual someter la vida: y si los que lo hacen se dicen católicos, no por eso se justifica el trato con el diablo; debe ser difícil ser católico en estos tiempos en que DJ Rouco alardea de sus manejos de dinero, el ecónomo de Astorga se le valora como santo por sus manejos fiduciarios y se lo llevan a la Santa Sede, y los palacios obispales de Sevilla, Valencia y Madrid se dedican más al lenocinio que a otra cosa: pero eso sí, manejan muy bien el dinero.

Hablan mal de la edad media, porque la modernidad consiste en que pagas al estado al que debes adorar, y el dinero es lo que te justifica, a los ciudadanos modernos y al estado: en la edad media se pagaba el diezmo, 10 % de lo que ganas. Por eso hablan mal, no vayáis a saber que entonces vivían mejor y con muchos menos haraganes que ahora. Y los señores feudales ejercían: ninguna viuda se quedó desahuciada, pues el señor procuraba su sustento y la vida de sus hijos, ni nadie tenía menos atención que el señor feudal; así, se construyó Europa, por países, no lo que hay ahora, este protocolo de números insondables que sirven a un reich demoníaco.

Es que en Roma había esclavos: sí; que acababan la jornada laboral a mediodía, y luego los había que desarrollaban sus artes: sea alfarero o zapatero, o tejedor o lo que fuera, y se emancipaban: también los había que se pasaban la tarde protestando contra la esclavitud en las tabernӕ, y claro, nunca se emancipaban; el tabernero alentaba la rebelión y argumentaba sobre la opresión y la esclavitud mientras iba haciendo caja, pero tenían conciencia de su esclavitud, y opresión: eso sí, toda la tarde en las tabernӕ: los Romanos los llamaban haraganes. [Haraganis gandulorum sindicaliis]

El enorme aparato de engaño y confusión perturba demasiado a la gente, y hace falta más que lucidez para intentar ver, pero esta trama fiduciaria de codicia, avaricia y degradación a nadie beneficia y a todos perjudica, aunque lo llamen democracia es la peor tiranía jamás inventada, y no me valen las leyendas de tiranías horribles pasadas de leyendas elaboradas para justificar este latrocinio. Hay que derogar el estado en todas sus formas, y hacer un sistema nacional de organización que se sustente exactamente al contrario que éste engendro neocomunista: primero las personas, luego las familias, después los pueblos, después la nación. Lo demás sobra; y jaleadores, palmeros, vividores, aprovechados y haraganes paguen sus desmanes en vida, toda su vida.

Porque aquí cambian todo: hasta de personas, en tal de mantener el sistema: va siendo hora de poner dinamita en la base del sistema y empezar a vivir, como personas dignas, y no como mercancías de politicastros, sindicalistillos, buenistas y demás ralea que entregan todo al poder fiduciario.

Esta invasión de España no debe soportarse.

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