sábado, 27 de octubre de 2012

Sanidad, educación

La sanidad es todo aquello que condiciona el medio y su salubridad. Lo único que se puede gestionar es la salud, que si es una buena gestión es salud publica: tu médico te conoce y confías en él; dado un problema te remite a algún especialista conocido de él, por lo cual se garantizan ambos tanto el cobro como el trato adecuado al paciente; y si hay que operar, es tu médico el que decide quien y dónde: de tal modo, el paciente en toda fase de su enfermedad está indefenso y cuidado: claro que habría pequeñas derivas de dinero y favoritismos, pero un mal médico perdería sus clientes, sus médicos proveedores, todo; un mal hospital no contaría con pacientes. Y desde luego el nivel de gasto, coste, y corrupción se controla desde la base, o sea tiende a cero: para que tienda a infinito como ahora basta con hacer un sistema científico de manera que da igual la hora y el médico, da igual lo que sea, vas a un sitio u otro según una clasificación muy científica, y el hospital funciona por su criterio y cada cual a la suya: se fomenta así la eugenesia, la eutanasia, y la indolencia en el trabajo de los profesionales de la medicina y sus  ayudantes.

No son personas, sólo son materiales utilizables o no, y así la relajación moral favorece el maltrato y la muerte.

La educación es problema de la familia. Una maestra de escuela por alta estima que se tenga, sólo es una pieza externa de ése sistema.

La instrucción pública es cosa del estado: se garantiza así la comprensión del sistema en el que el individuo vive y se favorece su educación, no sustituye la educación por una estabulación hecha por maestras incultas pero con unos egos impresionantes: el fracaso está garantizado.

Mientras sigan confundiendo educación con instrucción y se eroguen la formación reglada como sistema de formación de ganado para su uso y aprovechamiento, están estafando a las personas, a todas y cada una, además de insuflar aire vacío a su infinito ego de la nada, de gente soberbia y carente de toda formación.

Pero modificamos las palabras, modificamos los conceptos, elaboramos una estructura científica en la cual se pierde todo concepto en un marasmo de burocracia ficticia, y generamos gente inculta que están dispuestos a la eutanasia.

Y es por eso que es importante saber hablar bien y escuchar mejor.

4 comentarios:

pcbcarp dijo...

La eutanasia es un atraso. Lo suyo es morir como un romano.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. En la escuela publica se ha de instruir y en la familia se ha de educar. Son dos conceptos muy diferentes que el Estado moderno ha amalgamado y manipulado. Lo que intenta este es abarcar y controlar todo. De ahi la superficialidad imperante. Decia Junger en algun sitio, creo que en La Emboscadura, que las iglesias hacen de oasis en el medio del caos. Yo trabaje unos cuantos anyos en el sector educativo del estado britanico (la madre del cordero cuando hablamos de la pedagogia moderna) y doy fe de que tienes razon cuando hablas de los docentes con grandes egos. Son los que triunfan y prosperan. Es que mas alla del ego no hay mucho mas. Todo esta basado en la apariencia. Ahi esta la esencia de este sistema. Seguimos con la automutilacion de las personas. Por cierto, cuando hablas de cientifismo me recuerdas a Rafael Gambra.
Un saludo
Ramonzon

Ignacio dijo...

A Gambra lo tengo citado por aquí, pero de él sólo tengo un libro, que me pone en la pista de conocerlo más, pero aun no he podido hacerme con toda su bibliografía, pero apetecerme me apetece.

Anónimo dijo...

Gambra habla bastante de cientifismo en su Historia Sencilla de la Filosofia. Me encanto El Silencio de Dios, lo recomiendo. Este ultimo me parece un libro entranyable. Y por supuesto, con muchisima miga. De hecho, me pondre a releerlo en un futuro cercano, quiza cuando entre el Adviento. No he leido ningun libro mas de este autor pero me gusta mucho. Ramonzon