viernes, 21 de agosto de 2009

Errores letales persistentes en la contumacia

Mucha gente se plantea el camino por tramos: Roncesvalles / Logroño....Burgos / León.... con el afán de completarlo en años sucesivos.
Todo el mundo camina con botas de goretex, en agosto, y en primavera.
La condición peregrina la empiezas a percibir en Los Arcos; pasado Logroño empiezas a darte cuenta de que no te duele nada y que nada te espanta ni te disturba; un día no quedan heridas, nada te asusta y las cuestas se plantean con un frescor y sosiego distinto; las cosas empiezan a tener otro valor, otra percepcion: ya no te cansas como al principio, ya nada te duele, ya nada te hace parar más que tu mismo, ya nada te condiciona en absoluto: las cuestas pasan a ser divertidas, las heridas, del pasado; las tiritas se agolpan al fondo de la mochila, inutiles; un día todo es leve, un día te apesadumbras porque pronto llegas a Santiago.
Si vas por etapas es un eterno comienzo repitiendo heridas errores y cansancios en años sucesivos, con todas las molestias del novato, NUNCA eres peregrino: no te das tiempo a que el camino te sea cotidiano, y leve, ser peregrino es un acto de voluntad; YO quiero ir andando a Santiago, y así lo hago: aunque al salir no sepa porqué lo hago, al llegar a Santiago sé porque lo he hecho, y no pides nada: das las gracias al apóstol, al cual jamás asumire que haya soberbios que lo traten de tu.
La gente va a pedir cosas, los peregrinos, le dan las gracias: esa es la diferencia.
Los pies cuanto más ventilados mejor, lo ideal sandalias de caminar, lo ideal, el calzado con el que tu te sientas cómodo: cuanto daño inane hacen las guias escritas por encargo a desconocedores de todo, sabios de nada que dan lecciones de lo que ignoran con voz pomposa y alharacas: camine usted cómodo con sus propios parámetros: hacer caso a "sabios" (que haberlos, los habemos) significa que no peregrinas tu, como Dios manda: sales con el ganado a pasear no como persona sino como elemento de un conjunto vacuo: no peregrinas, no eres tu, eres uno mas, no eres nadie.
Hace falta valor.
Sangre, sudor y lágrimas: los peregrinos andan.

2 comentarios:

Museros dijo...

"La gente va a pedir cosas. Los peregrinos le dan las gracias".

¡Qué diferente sería nuestra vida si nuestras oraciones fuesen, ante todo, de alabanza y agradecimiento!. Ya lo dijo Jesús: "Orad como si ya hubiérais recibido".

Y qué razón tiene usted, Ignacio, al señalar lo que hay tras el dolor y la incomodidad de los primeros días de camino. Un símil aplicable a todo lo demás.

Evitar el dolor y la incomodidad de forma compulsiva nos evita conocer eso que usted describe tan bien. Nos hace retirarnos, simplemente para volver de nuevo a toparnos (invariablemente) con el mismo dolor y la misma incomodidad. Una y otra vez.

Gracias por compartir sus reflexiones.

Ignacio dijo...

Gracias por leerme, faltaría mas