Hoy es el día de Témporas: por eso el Deán sin colegiata ha entonado el Te Deum. Son las témporas: hay que dar gracias por tener para el invierno, dar gracias por comer, y haber comido, a veces por estar vivo o porque ella existe; son las témporas: Demos gracias de que la vida nos mantiene. La prueba de que es nuestra cultura la encontrareis en que si no tenemos melancolía tendremos nostalgía, nos dolerá una pestaña o se nos habrá roto una uña, habrá venido un recuerdo, y se habra instalado una tristeza; hay una sensación que flota alrededor vuestro: porque hoy son las témporas, y hay que entonar el Te deum, y dar gracias a Dios de haber llegado hasta aquí, a pesar de tanta sombra, a pesar de tanto miedo.
¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...en tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos los caminos conducen a alguna parte, en tal de que andes un trecho lo suficientemente largo"
2 comentarios:
Y, además, de las témporas viene el afamado tempura de la cocina japonesa, que no es más que un rebozado de los de aquí. Palabra.
Gran parte de la configuración de la cultura japonesa y su estructuración se lo deben a Los Jesuitas, hicieron muy buena labor alli, además de traer y traducir sus libros sagrados.
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