lunes, 20 de octubre de 2008

De tan leve, oscila

Se disfruta mucho más cuando sabes de qué estás hablando. Como una historia de amor, se comprende mejor con el tiempo, y el tiempo nos dio este horror de la repugnante socialdemocracia: aquí andamos aguantando estupideces: nos quieren convencer de una crisis económica para demostrar que buenos son todos con su talante, su centrismo, centrados en su centritud, y su lenguaje políticamente correcto: se encuentran todos diplomáticos de una corte florentina creyéndose que con córcholis mecachis y demás memeces encurtidamente cursiladas dan medida de relación social cuando tan sólo son una medida de un relativismo ridículo y memo de tonta de verbena que con quince años ya es deplorable: lo cuenta siempre mejor que yo Gambra; que al fin y al cabo al principio es el verbo, aunque les resulte difícil de entender sí lo saben usar, y la gente anda por ahí mareada: no hay una crisis fiduciaria, económica, financiera o similar: hay una crisis de entropía del sistema, porque de tanto modificar el uso del lenguaje, por una presunta corrección en el hablar se abandonó la corrección en el hablar en beneficio de una cursilada relativista tibia hasta el vómito de la bestia, indefinida y nada clarificadora que asume la pérdida de significados y significantes, por no decir palabrotas, o algo que suene a similar: en esa fundamentación la progrez establece su afán, que es inventar el mundo a imagen y semejanza del ombligo de cada uno de ellos: saben mejor que Dios como se hace el mundo, y ese es el argumento para negar su existencia y justificar sus desmanes: van cosificando al individuo entregados a la nueva religión cientifista de la globalgorización de la que Pons de belleza en siete días es su profeta (8 millones de euros,costó) y así se va acusando a un presunto enemigo de los desmanes que queremos corregir: se acusa a la iglesia de lo que nos dé la gana, y así lo arreglamos. La educación ha pasado sin solución de continuidad a ser domesticación.

Porque se sea ateo o se sea creyente, aprendiendo desde la fundamentación católica, aprendiendo la historia sagrada se comprende el como y el porqué la civilización y la cultura han avanzado; y porqué pese a todo las mujeres siguen buscando el amor, cuando han destrozado las condiciones ineluctables; cuando se es educado en católico, como lo ha sido todo el mundo se “caza” el concepto de la trascendencia, y el comprender que el hombre es transcendente es lo que hace que se hagan las cosas con una completitud finita: se sabe trascendente, se valora el trabajo, el esfuerzo, el rigor y los propios hechos, se asume la responsabilidad de la propia persona, y estas tonterías de la eutanasia, eugenesia, y demás cosificaciones del ser se miden desde una perspectiva más sólida: que nadie ha inventado nada, pero están negándole a la gente el saberse trascendente y eso es lo que nos configura como personas; así os objetualizan y os manipulan como quieren que es lo que quieren.

El problema es la trascendencia.

5 comentarios:

Interruptor dijo...

Exacto. Por eso nos tienen tanta tirria a los católicos, porque sabemos lo que es la trascendencia y, ligada íntimamente a la trascendencia va la moral. Tanto una cosa como la otra molestan sobremanera la neoprogresía. Por ello nos cosifican cientifísticamente, para quitarnos el concepto de trascendencia y así esquivar la moralidad.

De verdad que me aburren soberanamente.


meduelelasocialdemocracia

o s a k a dijo...

añado que no es cosa de socialdemocracia sí - socialdemocracia no. El problema va mucho más allá. Esta generación ha perdido el norte y pide lo que no está dispuesta a pagar y se conforma con sucedáneos de todo, hasta de sí misma. La tendencia general es clara: la nueva ortodoxia es la ortodoxia la relatividad, en la que lo único prohibido es decir la verdad, aceptar los hechos, creerse las propias palabras y actuar. El verdadero tabú de nuestros tiempos es el amor y la verdad, que son una y la misma cosa.


Se trata de una desvirtuación de los conceptos por no acompañar la forma de un fondo. La causa es una enfermedad del espíritu. Porque el espíritu no admite dobleces.

no se puede ser 'medio trascendente'. Se es o no se es. Y mucha gente, demasiada, ha decidido rendirse antes de luchar, ha decidido no ser, ha escogido la muerte. Y las pocas energías que le quedan las empeña en justificar 'su realidad'. Y así nos va.

n a c o
sólolapuntita

Ignacio dijo...

¿te has quedado un poquito embarazadito?

o s a k a dijo...

¡exacto!

n a c o
cafésoloconleche

o s a k a dijo...

eso sí: para todos

n a c o
topalpueblo