El genetista Steve Jones, profesor del University College de Londres, asegura que la evolución del ser humano ha llegado a su fin, aunque matiza que de momento, debido a un cambio en las costumbres y usos sociales de Occidente.
Ale, los partidarios de la teoría de la evolución, a dar vueltas en círculos sin saber que hacer.
Los contrarios a la teoría de la evolución, a dar vueltas en circulos sin saber que hacer.
Hay otros que sí saben qué es lo que hay que hacer.
¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...en tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos los caminos conducen a alguna parte, en tal de que andes un trecho lo suficientemente largo"
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8 comentarios:
Soy de los que opina que la evolución aún no ha terminado. A mí me sobran al menos dos dedos de los pies que no sé qué hacer con ellos, ni sé para qué sirven. Por no hablar de otros órganos cuya función he reducido a la mitad de sus posibilidades.
Tiene razón el genetista. No hay más que ver a Pepiño, el de los palotes, para comprobar que la especie humana está acabada. Es triste reconocerlo, pero es así.
mmmm?
n a c o
involucionista
La evolución humana está escrita en el genoma desde hace muchos miles de años. El que los científicos estén empezando a enterarse ahora no es extraño, pero es curioso.
Lo de Pepiño es una excepción, es resultado de mutaciones genética que extrañamente no han llevado a la desaparición del individuo mutante. También es curioso.
Y pasa saber que el ser humano ha llegado al más alto grado de desarrollo no hay más que mirarme a mí, aunque ya sé que perfectos somos muy poquitos. Y los que no necesitamos abuela somos muchos.
paquesermodesto
Un respeto, eh
que "El señor hizo en mi maravillas"
en mi, no en ti.
En mí no hizo maravillas, YO soy la maravilla.
En Pepiño hizo experimentos.
Lástima que en ti INTERRUMPIÓ la faena, conmigo consiguió acabarla.
No te dejes confundir: soy el interruptor porque me dio la potestad de interrumpir, no porque en mí se haya interrumpido nada.
Pero bueno, como soy perfecto hasta en mi modestia te voy a dejar decir la última palabra: venga, hombre, dispara.
conairecondescendiente
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