Avec le temps

A menudo, Dios castiga concediéndonos lo que deseamos. Y si vamos en paquete con todo el paquete cargamos, pues del paquete somos. España a la muerte de Franco se instaló en el disparate de la eterna modernidad de modernizar lo moderno hasta la ultramodernización: o sea, a ver que hacen los gabachos y nosotros igual: a tal nivel es su ridículo que en Valencia sacaron una revista en batua que se llamaba “el pardalot engabiat” queriendo ser “Le canard Enchainé” que no era sino un remedo vulgar, aburrido y torpe de La Codorniz: la revista más detestada por los puristas del régimen y la que más dolores de cabeza le causaba, ahora es más que reivindicable: eran los mejores de España, y estaban aqui, no enmascarándose en presuntos exilios ridículos de organizaciones de pueriles malcriados.

Como España, parecía que se salía no de una determinada época, sino que acababamos de salir del neolítico: los libros que habia que leer….y que siguen sin leer; y vamos: ahora, con la nueva sociedad socialista esto iba a ser jauja en medio de El Dorado con un nivel que vamos, ni imaginar podíamos.

Y eso sí: propaganda. Esa es la palabra clave: controlaron rápidamente eso, y acto seguido a controlar la educación por todas partes: la degradación es palpable: recuerdo a un destacado aun hoy dirigente socialista valenciano a gritos en un pub de la avenida de Aragón decirme que “el latin se estudiaba con Franco, luego es un idioma facha” y se quedaban tan orondos; ni habían acabado el bachiller, porque “no podian con tanto stress” con 18 años sin el cou al partido, o al sindicato, y cosas así; mientras otros acababamos unas carreras atroces, dislocadas, inconexas y en las cuales se entendía el eneolítico por el análisis económico del materialismo histórico: lógico que se cierran puertas: a ese embudo entran  los que entran, es lo más fácil. Los demás al volver de la mili, y unos años más resulta que todos esos tenían la licenciatura de derecho, Curiosidades del mundo científico.

Nada se salvó de la progrez instituida: ni la iglesia; nada, arrasaron con todo, establecian verdades enormes y castigos sociales, funcionan a base de premio y castigo, como animales apaleados: quizá sean tan animales que ahi vean su esencia; quizá en su esencia vean que a palo y zanahoria funcionan: desconocen la inteligencia; la usan de palabra pero no saben lo que es. En su estulticia de contraste, acción reacción, siempre tienen razón: callan, pero nunca reonocen un error ni un mal planteamiento; todo en base a dinámica de opuestos, ellos han de ganar. Es un estado de psicopatía en el cual se instalan, y da réditos: miren si los da que los aburridos son los que componen la casta de poder político que ahora de ser una satrapía se ha establecido en plutocracia; y las formas de represión social son de un rigor apabullante: o pasas a la vida eterna de estar controlado en de y por la administración o te masacra el sistema. La libertad es una palabra para justificar la vidorra que se les paga a los adheridos en no se sabe que a la corte establecida, sea local,  comarcal, autonómica, provincial, nacional o europea.

En ese sistema, desde González de presidente se vió de que se trataba: justificalo con palabros y vendenos tu alma, y ya está: ahora es ley, ahora socialmente es de aburrimiento como los sistemas de medidas propagandas han masacrado a la gente, que la han instalado en el aburrimiento de vidas aburridas, planificadas, dirigidas y ordenadas segun un orden protodivino: “está científicamente demostrado” y con los errores para alante: jamás reconocen un error, jamás lo enmiendan.

Ahora es tiempo de hacer caja, la más posible, porque tiene miedo y se les nota, se agrupan y protegen, con mucha bonhomía e intentan justificar todo, ninguno se opone o a otro, ninguno da una voz, ninguno dirá nada: entre ellos están repartiendose el pastel por si acaso, aguantando la espera de un milagro que habrá de venir de usa, porque jamás de su esfuerzo, trabajo o inteligencia.

Miedo a salir a palestra publica, miedo de reconocerse en sus errores, miedo de que se vean sus latrocinios, andan por ahí con dossieres completos de las faltas de los demás; miedo, porque la inteligencia libera, o el estudio, o el trabajo: miedo porque viven una vida que han usurpado, un puesto que no les corresponde, y no han ganado ni el derecho a la respiración; por eso, en cuanto puedan con cualquier excusa, matarán a los disidentes, nos matarán.

No saben solucionar esto porque ni saben lo que pasa; no son conscientes de que el sistema se los ha fagocitado: el agujero negro que esperaban del acelerador de partículas, es una buena metáfora: ha generado el sistema su propia entropía y se degluye a sí mismo; y sólo se puede salvar volviendo a la tradición a corto plazo. Que dolerá, cambiando de raiz el sistema de educación: que dolerá: no puede ser que un maestro suspenda a un crio por faltas de ortografía cuando es el maestro el que estaba equivocado, y pretenda que se expulse al alumno: y por ley, lo consigue. Dolerá, y dolerá mucho, pero aquí hay que coger la tradición nuestra que no la sajona, aferrarse a nuestros principios, que no a inventos ajenos de alta infalibilidad, sacarlos a guantazos, con o sin el apoyo de la ley, dejar trabajar a la gente en libertad, con un gobierno de honestidad y muchas oposiciones, no una oposición con guión establecido; sin más leyes que las necesarias: todo se puede excepto lo que no se puede; acabar con esta plutocracia que se está configurando y nos van vendiendo a dosis diarias, y dejad a la gente ser en sí mismos por sí mismos: la libertad da miedo, y la gente busca lideres y puntos donde aferrarse; nadie se extrañe si aparecen caudillos o se llenan iglesias; nadie se extrañe si la “revolución espontanea” tan deseada por la progrez aparece, pero va contra ellos; es tiempo de catarsis, es tiempo de saber ser por uno mismo, es tiempo de asumir nuestra historia reciente, individual, personal, y saber nuestros pecados, y prepararnos para poder salir de esta más fuertes, y no lo reventados que nos quieren dejar la cursilada que tenemos por sistema de gobierno.

Son tiempos recios, no de charlatanes. quien nada tenga que decir, mejor calle; que escuchen a los que han silenciado; asuman que han destrozado la herencia recibida y dejen que la parte que no nos dedicamos al aburrimiento sigamos creando: somos los que hicimos la chica de ayer, que entonces nos denostaban; de esa generación somos los que valemos. Que hable el pueblo, que atruene su voz: enterremos en la historia estos pelmas por delito de lesa pelmez, y sigamos siendo la espada divertida; si no podemos ser El cow boy de la chica por la crisis, hagámoslo de madera: pero hagamos un pais de gente seria y no de esto que anda por ahí.

Que las mujeres quieren ser princesas; y los hombres quieren a esas princesas, dejemos a la vida abrirse paso.