lunes, 13 de octubre de 2008

Estorninos y Lampreas

Anda todo el sistema montando su espectáculo: pasen, y vean: por todos los medios posibles de todas las maneras posibles, montan follón para que no se vea como los progres han entregado la nación española a los sistemas financieros, con pleitesía y sumisión: todas sus alharacas de anticapitalismo y a favor del pueblo de no se que cosas “sociales” se concretan en que entregan a la esencia del capitalismo, codicia, usura y maldad, los bancos, el país y su gestión: estos progres, tan listos que querían vencer al capitalismo, y aun no se han dado cuenta de que los muertos son ellos.

Esto aun no ha empezado, y no hace más que empeorar: cosas veremos, el tiempo nos pondrá en nuestro lugar; cuando ca(y)lló el muro de Berlin, que calló(y) porque el pueblo proletario harto del comunismo lo echó abajo a patadas, no olvidar, que la gente los echó, y lo volverán a hacer, entonces todos los progres de Europa se dedicaron a la cocina y a la novela negra, creyéndose héroes de la clandestinidad de la sociedad real que en su cabeza son los chicos de todas las películas, y demostraron: que ni saben leer, ni por supuesto reconocer sus fracasos a nivel personal: son tan tontos que es imposible hacerles comprender lo tontos que son.

En resumen: todos a la universidad, y a la más verdulera, catedrático.

Se ha liado más abajo una buena, y divertida: el único que ha dado una alternativa a la mala, sabiendo que perdía ha sido Terzio: en su línea, y sorprendiendo; pero algo he echado a faltar.

Lo que tiene andar viajando de aquí para allá es que entre que no te dejan fumar en aviones y demás, y cambias las vistas, los rigores climáticos, los paises y los idiomas: pero tu no cambias, sigues siendo tu que no tienes la culpa que la culpa es de la tierra, siempre estás en el mismo sitio: lo que se mueve es la realidad, y lo sabes; refresca nuevas vistas, nuevos sitios otras lenguas y otras calles, otros barros y otras plazas, cambian anocheceres y entonces aparece algo que estaba ahí pero no te has dado cuenta, lo llevabas dentro y ni eras consciente, como una epifanía aparece algo que llevabas puesto: Immabelle.

Se hinchan a hablar de novela negra; de cocina, de lo intelectuales que son que ya se sabe: si eres progre, por ciencia confusa (que no infusa) eres intelectual, y el resto del mundo no tiene ni idea de nada.

Immabelle

La más mala entre las mujeres es milady, sin discusión ni nadie le haga sombra; su émulo más bien elaborado es Immabelle, de Chester Himes, un pendón verbenero muy bien redactado, muy bien contada: y quien dice saber leer y quien alardea de novela negra no cae en esa, que la estaba esperando, a Immabelle.

Pero no ha salido; nadie lee lo que dice que lee excepto yo que ya lo he leido.

España, ahora, está también comparable, pero no a Milady: quedaria la opción de los tres mosqueteros; España ahora es Immabelle: hace daño por que sí, enmierda a todos para no ganar nadie y todos pierden. Ella sale incólume, pero no ha ganado nada ni ha salido de la mierda, todo lo demás queda destruido.

Porque yo lo valgo.

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