La clave es la envidia. Pero por buscarle una filosófica, la estética energúmena niega el pulchrum trascendental.
El diccionario define energúmeno como "persona poseída por el demonio". (Atinadísimo). Y lo que las envidiosas y las celosas echan a las bellas es vitriolo. (Lo tradicional). Otra mención sulfúrica.
En cambio es muy paradójico que el genio popular haya llamado a esas fealdades "adefesios.
Acierta, eh, acierta.
(¿porqué me han venido a la mente ciertos familiares?)
¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...en tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos los caminos conducen a alguna parte, en tal de que andes un trecho lo suficientemente largo"
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