viernes, 23 de marzo de 2007

Pobre animal

Pepiño Blanco los está sufriendo en sus propias carnes, según cuentan en su entorno a Garganta Profunda. Por ejemplo, semanas atrás, en un restaurante fetén de Madrid, una pareja reclamó al maître un cambio de mesa para no compartir espacio con el dirigente del PSOE y sus acólitos. Apenas unos días antes, estando de compras con su esposa en El Corte Inglés de Pozuelo de Alarcón, Pepiño fue increpado por otros clientes.


Lo que la gente no entiende es que él es el que sabe la verdad de todo, es un profeta denostado, con su sabiduría elevada.

Yo estoy esperando que empiece la campaña electoral: lamentablemente no me dejarán entrar a los mitines, pero oir a este y a la calvo elevando su sabiduría, debe ser para descojonarse.

1 comentario:

Protágoras dijo...

Al parecer los Morancos estan pensando presentar una demanda por competencia desleal contra la pareja. Pena, es mucho mejor el clon que el original