Es lo que está haciendo de motor de la estrategia de la confusión que por génesis propia se ha asentado en la sociedad: así, la gente usa un rol en el trabajo, tiene una fe o no y adecua el rol, tiene pareja o no y se adecua en sus roles a eso, tiene o no proyección pública, privada o la busca, y luego está la persona. Al final está la persona.
Pero en cuanto hay dislocaciones, en lo social o lo privado la gente se rompe, y ahí empiezan los problemas: la gente se adecua a un papel que se “aprende” y se instala en el como en un traje y vive en el, pero no son ellos, no tiene identidad propia.
Así, si no hay un concepto claro de uno mismo, o más bien se sabe lo que no se es, más que lo que se es, al final a la gente la empastelan en líos terribles de contradicciones forzadas: ahí aparecen los anti: nada hay mas deplorable que alguien que se defina por ser “anti….” o enemigo, o estar contra. Se está a favor de algo, y lo aplica uno, lo primero a uno mismo; y luego se puede estar contra la imposición de un rigor ajeno, pero por definición ser anti, es algo que puede machacar a cualquiera: así está España. Llena de antis.
Si hay algo peor que una persona instalada en la maldad son los estúpidos: instalados por todas partes, manejan resortes de poder terribles: la maldad es combatible, contra la estupidez hasta los dioses luchan en vano, dijo Goethe, que no era blogger.
Y aquí andamos, aguantando este tiempo de miserias y dioses de todo a cien, apostoles de su vaciedad, adoratrices de la sumisión y gilipollas, sobre todo, gilipollas.
3 comentarios:
Pero los reaccionarios somos antis por definición :)))
Y, sí, los gilipollas se reproducen mucho últimamente.
¿Tu realmente te ves reflejado en las etiquetas de reaccionario, derecha, liberal o algo asi?
Me temo que esa clasificación además de trascendida está apropiada para que la gente juegue como hace la quiniela o es de un equipo de futbol,ciegamente.
un post magistral
n a c o
golpesderealidad
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