domingo, 15 de junio de 2008

Desaceleración, suave, lívida.

Un lector vende una casa. No puede con todo, y vende una para vivir en la otra.

ayer me llámó el cerdo del director de mi banco y me dijo, textualmente, "que como iniciara el procedimiento de embargo no me iba a quedar ni para caramelos". Así de cínico el cabrón.
Cómo me gustaría hacerle una transferencia y ponerle en el concepto: "para que te compres caramelos".

Es evidente la necesidad del lector, y también es evidente la exquisitez en el trato por parte del representante del banco, el que, aunque a nuestro lector lo maltrate,deja demasiado evidente su miedo y pánico porque probablemente él vea su despido en ciernes y desde su empresa le habrán hablado en parecidos términos.

España, desaceleración y talante.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola,

Soy la lectora aludida. Si a alguien le interesa un apartamento en Fuerteventura, Ignacio tiene los datos. Por el post ya podéis adivinar que urge.

Saludos