jueves, 20 de diciembre de 2012

La comprensión del momento

Hágase toda confusión y siga todo saqueo, robo y disparate: mientras están haciendo lo que sabemos, lo que intuimos y lo que ni siquiera imaginamos, han sido conscientes de que pueden ser pillados: como un mágico resorte están instalados en el robo de Schrödinger: son los mangantes y a la vez los que nos van a salvar de ellos: siempre de todo la culpa la tiene otro; la culpa la tienes tu.

lamentablemente, cuando todos iban a ser voluntariamente reeducados, el camarada presidente había cometido el abominable crimen burgués del suicidio: no sólo se había autoapuñalado, sino que además se había disparado cinco tiros mortales y luego se había arrojado a la ciénaga con una piedra al cuello: cuando la infección protofascista se inserta, es letal y conmueve totalmente a los espíritus revolucionarios

Conmueve a la Seminova la reticencia de la gente a su reeducación voluntariamente obligatoria: es pura bondad. Mientras siguen perpetrando la mangancia buscan referentes en todo, y no los hallan: la historia se los niega o lo que es peor los pone en evidencia: no pueden borrar a Trotski de las fotos porque todos ya tenemos copias, no pueden dejar de etiquetar a la gente conforme hizo Goebbels con los judíos del ghetto de Varsovia, como hacían los comandantes nazis admirados del cante y baile flamenco en los campos de exterminio: bien hallada la representación de Israel Galván: no dejan de admirarse mientras exterminan a la vez que intentan justificarse y sobre todo asegurarse la impunidad y el perdón: sea todo paz, tibieza y relativismo que tenemos la complicidad de la jerarquía católica: Te pido perdón por todo lo que te he hecho (aunque creo que tu no sabes ni la mitad del daño que te he hecho) y te suplico que no me hagas tú lo mismo a mi: ahí tenéis el retrato de España, hoy.

El crimen de Caín no fue un asesinato: el crimen de Caín fue la premeditación y el abuso de la confianza de la hermandad: Abel no esperaba su destino que había sido tramado y preparado hasta el fin: por eso molesta la existencia de Dios: por eso no quieren ver la animalada de sus propias acciones, porque Caín siempre paga, siempre, aunque Abel ya esté muerto.

El crimen ha sido perpetrado y ahora todo sea victimismo y “no me hagas lo que yo te he hecho” capaces de cualquier cosa en nombre del victimismo configurado como la forma más perversa y ladina de la soberbia.

Esta es la actitud que tenéis ahora a vuestro alrededor, de todos: esto es lo que está pasando; Caín quiere silbar como que no pasa nada.

Judas al menos tuvo la decencia de suicidarse.

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