domingo, 8 de abril de 2012

Sea la pascua

Y seamos: nos hace hombres; sea: para ser hombres nos han de hacer las mujeres, así que a ver si espabilan, que últimamente no están por la labor; sea la pascua y comienza exactamente cuando en la plaza del castillo se encuentran la dolorosa y el Cristo: el alguacil levanta el velo, Telesio, emocionado: suene el himno nacional y comienza la pascua, alegría y aire libre que el invierno ha sido demasiado duro, demasiado: sea la pascua y luzcan gloriosas las mujeres y las niñas enseñen a suspirar a los mozos hasta que se dediquen a recitar poesías frente a una pared; sea: somos, pascueros, porque somos un pueblo agrícola y profundamente arraigado en la tierra que nos conforma y condiciona; somos el pueblo de las espigadoras de Millet más que nos quieran condicionar a ser un pueblo proletario: somos trabajadores, jamás un pueblo esclavo, somos españoles, de orgullo, de trabajo y esfuerzo, que no máquinas bárbaras de producción y borrachera, y no somos católicos, somos el catolicismo, que es nuestra vida y no la  que quieren imponer los neopuritanos, no la bajeza de Rouco y su marida y toda esa jerarquía eclesial tan deplorable, somos católicos a fuer de pecadores, somos españoles y somos hombres porque somos el pueblo y es la pascua, y es la alegría y el saberse vivos y las niñas deben ser princesas para que los hombres acaben siéndolo: sea la pascua y sea la alegría.

1 comentario:

Váitovek dijo...

Cráneos fuera, sí señor!