martes, 9 de octubre de 2007

...algo habrá hecho

El Arzobispo Carranza, Cardenal primado de España,fue detenido en Tordelaguna, en plena visita pastoral el 22 de agosto de 1559.

Trasladado a Valladolid el 28 del mismo mes.  el 1 de septiembre el fiscal le refirió las primeras 31 acusaciones. Siendo consciente de en qué mundo se movía y de todo lo que se había trajinado a sus espaldas, o al menos intuyendolo, recusó al inquisidor general.

Recusar a la inquisición, aunque se sea cardenal, no es algo baladí. hizo dos redacciones: 17 y 25 de octubre.

Antes de apresarlo, la inquisicíón  tenía a cincuenta testigos que habían depuesto contra el; una vez detenido, entre 1159 y 1562 las acusaciones, deposiciones, delaciones y demás se extendieron, mucho.

A Tellechea le precupó la falacia de ese proceso, y demostrar su inocencia; para mi en lo que demuestra que es la esencia de España es en sí mismo: El inquisidor provoca las denuncias, con eso encarcela,  se deshace del contrario, y lo desactiva.

Tellechea:

La experiencia moderna de represiones o miedos colectivos ayudo no poco a comprender una situación antigua, en la que la dirección impresa a la sociedad por poderes muy fuertes podía inclinar, tanto a quienes comulgaban con tales directrices como a los simplemente acomodaticios o menos fuertes a secundar intenciones impuestas por el clima ambiente con la conciencia subjetiva de servir a la verdad, la justicia, a la patria y a Dios

 

Escrito tras la guerra mundial.

Fué una cuestión de utilizar el sistema para la ambición y nada que ver con la doctrina; fué una cuestión de poder y jerarquías, y no de conciencia.En eso discrepo con Tellechea.

El proceso de Carranza es la esencia de España: la envidia, la codicia, la ambición, amparadas bajo el paraguas de la fe y usando los instrumentos del poder contra una persona.

El asunto no es nada de fe, ni similar; el asunto era desactivar a una persona para tener mayor parcela de poder; y no hay detrás ninguna causa mayor. El inquisidor general quería poder, y no ejercer con honestidad su cargo. Eso es España.

Y Tellechea, unos siglos después por una gran inspiración lo pone en claro y demuestra que era honesto; que era inocente: si, se le acusó en falso, y la historia lo rehabilita, Tellechea lo rehabilita, pero le jodieron la vida, y desde luego desactivaron la estructura de poder y acción que podía haber llevado: se modifica la historia no por acción sino por desidia, no por que alguien hace, sino por la inquina, la envidia, el odio.

No sólo se le difamó: se impidió que pudiera seguir con su vida.

La inquisición, con todo, le permitió defenderse y resultar inocente....tras unos años.

Comentario sobre la inquisición hecho en Flandes:

“que si una vez prendían a un hombre, aunque no hubiese hecho por qué, le habían de levantar algo, porque no pareciese que lo habían prendido livianamente”

1 comentario:

Anónimo dijo...

" El proceso de Carranza es la esencia de España: la envidia, la codicia, la ambición, amparadas bajo el paraguas de la fe y usando los instrumentos del poder contra una persona."
Ignacio, no es la esencia de España.Es algo que ocurre desde siempre, un factor de mucho peso, enorme si quieres, de La Historia en general.Se llama pecado, que, como dice el maestro Clint "es más que un crimen".Aviso a desavisados, soy más bien agnóstico.