jueves, 21 de junio de 2007

Viento en las velas

Tanto intelectual cinéfilo por Valencia, y por la blogosfera, y aquí nadie ha caído en la cuenta de que los del Team New Zealand son los descendientes directos del motín de la Bounty.

Desconozco la historia de Alinghi, pero si sé de la eficacia en su rigor: va a ser una bonita final.

Y para nuevos ricos, nuevos inteletuales, nuevos progres y nuevos sobrevenidos a la cultura, trepadores en general y cursis por doquier, Valencia se ha abierto al mar “y al uso lúdico del viento”

Para los del mensaje positivo la autoestima y la ecología emocional, esto habrá hecho que la gente se interese por los medios naturales de desplazamiento: tranquilos, no apoyarán la Copa América, tendrán una alternativa llena de adjetivos y progreces.

Pero eso si: no hay medio de transporte más ecológico que la navegación a vela.

Bienvenida pues la Copa América: ha llegado a donde el decurso natural de la evolución cultural la debía llevar.

Sí: por evolución cultural la Copa América debe estar en Valencia.

Los iberos rotundos ocuparon el espacio, con algo de rigor pero poca ciencia; Roma dio orden al territorio y organizó el espacio: organización de manera tal que merced a las centuriaciones pudo organizarse un sistema eficaz de justicia: el reparto de agua fue justo y equilibrado.

Y permitió la evolución cultural en Valencia a lo largo de dos mil años.

Esta evolución llevó a un florecimiento del comercio y la industria textil tal que para hacer alarde y por la social relación, el traje de fallera es un prodigio de costura, rigor y eficacia ornamental, con toda la carga social que lleva.

(Días como hoy, la galaxia recuerda a un joven estudiante que cargó con un traje de Fallera hasta Milán para Ferré; eran otros tiempos; descanse en paz)

Las fallas demuestran una trama cultural de la más espesa elaboración: el rigor social, el rigor de la fe, y el rigor del campo que da la riqueza por el comercio a la tierra permite el florecimiento de las personas.

Valencia dominaba la tierra y el agua.

Esta riqueza sacada a la tierra día a día, con eficacia, rigor e inteligencia permitió que se elaborara un enorme artefacto cultural que desembocó, a la par que el resto del mundo, en la eclosión musical.

Se generaron como por encanto las bandas de música: al punto de que en el mundo, los músicos son de Valencia. Las orquestas sin Valencia no podrían funcionar. Los agricultores y obreros, todos, soplando por las tubas y limpiando sus fagots, hicieron que Valencia dominara el viento.

Soplando en sus bandas, con eficacia rotunda, con sensibilidad y alegria, las bandas de musica dieron al viento su mejor uso: olvidadas, pero nuestra mejor invención cultural; como las fallas. El arte en Valencia no ha sido valorado, pero las bandas siguen funcionando:

Y Valencia había dominado el viento.

Ahora, cualquier charlatán da lecciones de aprovechamiento de recursos, de ecología y de relación con la tierra. Y todos saben de la renovación y de la tradición: casualmente, siempre la tradición coincide con sus propios deseos.

La tradición es que el hombre, en Valencia, se hizo uno con la tierra, dominó el agua y el viento y se acomodó adecuadamente.

Pamemas de recién llegados, afán de protagonismo, amargados y cursis en general, tan solo marean y nada clarifican.

Valencia ha dominado la tierra, el agua y el viento.

Es pues de rigor que el acontecimiento deportivo de mayor gloria del viento se celebrara en Valencia: es natural que el deporte rinda homenaje a la máxima expresión de la cultura, el sitio natural para la copa América es Valencia.

Porque a lo largo de la historia, a pesar de la dhimmitud, a pesar de tanta sombra, tanta amargura y tanto miedo, a pesar incluso de los propios valencianos amargados, Valencia siempre ha sido trabajo y alegría, naturaleza y arte, mujeres bonitas y acendrado catolicismo, Valencia es tierra de amor y trabajo, de fiesta y rigor, dispuesta a perdonar a los demás pero no a perdonarse a sí misma, tierra en la que los descendientes de la Bounty van a tener que rendirse a la evidencia del rigor cultural.



shosholoza

5 comentarios:

Anónimo dijo...

También aprendimos a dominar el fuego...

o s a k a dijo...

te doy la medalla al mejor post de la semana

vaya preciosidad (y me corto con los adejtivos)

te vuelogo la medalla y con la música de viento a otra parte

n a c o
cómomolanlasgafacasdelalinghi

o s a k a dijo...

pon 'cuelgo', anda...

Ignacio dijo...

¿donde pongo cuelgo?

o s a k a dijo...

en "te vuelogo la medalla y..."

; )


n a c o