No hay nada que sea fiable. Si el sistema político que se instauró tras la guerra civil ha perdurado hasta hoy ha sido por su capacidad de ser maleable al momento: hubo un momento de desarrollismo, hubo un momento de aperturismo, hubo un momento de transicionismo.
Pervirtiendo el lenguaje llaman a este momento democracia, como si la gente importara algo. Es una satrapía degradada, y degradante que en su propio germen lleva su destrucción. En este momento, la gente que se partió el alma por ir a las manifestaciones en invierno está estupefacta ante la actitud de Rajoy: si bien el Rey ya había allanado el camino, lo del pp ahora tendiéndole la mano a zp es de una ignominia asombrosa.
La conclusión de pura evidencia no puede ser más simple:
no se acaba con eta, porque eta es necesaria. Así de simple. Se juega a controlarla más o menos, de una u otra manera, pero nadie quiere acabar con ella.
El paripé electoral ha sido claro: ha perdido, de largo, el pp. Sin embargo como en una mala obra de teatro de aficionados se da por valido el triunfalismo del pp, y se hace una escenificación, por si acaso, para un cambio de satrapía suave. Sea lo que sea, los de la casta política han de mantener su estatus.
Lamentable.
La gente no soporta demasiado tiempo tanto engaño, tanta manipulación; la economía se ha ido a la mierda, por mucho que lo quieran enmascarar, y el índice de satisfacción de la gente está bajo mínimos. La gente es paciente y soporta, pero no aguantarán mucho más.
Tardará más o menos, intentarán seguir en el asunto diciendo de cambiar la ley electoral, de cambiar la constitución y actualizarla, de cualquier cosa que les permita seguir estando en la manipulación y aprovechamiento del presupuesto pero esto se ha de acabar.
Lo que sea, ha de ser tal que tienda a: una estructura de España por municipios, como nuestra cultura griega manda, y fuera esos virreinatos, esas cortes provinciales disfrazadas de las autonomías: la que quiera ser fallera mayor, que se apunte a su falla.
Ha de ser con un senado nacional poderoso, de ciudadanos (y dejando claro que no todos pueden tener esta ciudadanía) y un estado escaso, mínimo, casi inexistente.
No es ninguna señal buena que los juzgados sean ejes vitales en España a todos los niveles; no es buena señal que no se juzgue la corrupción sino los niveles que alcanza: la corrupción se asume como intrínseca al sistema.
No es buena señal el elevado nivel de analfabetismo de los licenciados universitarios (el martes un médico presentó un escrito a un organismo en el que ponía que pasaba algo con un ecsamen) no es buena señal que los jueces pugnen por protagonismo; no es buena señal que los asesinos abran los telediarios, no es buena señal que la falacia del cambio climático sea jaleada y mantenida a cuenta del dinero público.
Dejemos a los hombres que dirijan su vida y asuman su responsabilidad: a todos nos irá mejor y todos entenderemos, y todos viviremos mejor porque así se niega a la persona en nombre del estado pluriubicuo, y esto genera tristeza, mucha tristeza.
Nos quisieron instalar en el aburrimiento, y han generado tristeza; nos quisieron destrozar la esperanza, y generaron soledad, nos quieren contar ahora nuevos cuentos, y generan repugnancia.
Y seguimos manteniendo a estos gandules, como quien tiene miedo de reclamar.
8 comentarios:
Excelente entrada. Nos engañaron, nos engañan y nos engañarán.
Maleable: la propiedad de los materiales susceptibles de ser laminados por esfuerzos de compresión.
Tal cual como los ciudadanos, capaces de aguantar muuuucho esfuerzo sin decir nada y todavía alabar la "transición".
Hoy tengo una cita para ti (literaria, por desgracia):
"Todo el mundo moderno se divide en Progresistas y Conservadores. La labor de los Progresistas es ir cometiendo errores. La labor de los Conservadores es evitar que los errores sean arreglados" (Chesterton).
La he sacado de aqui. Hay otras muchas que son excelentes para la melancolía política.
¿porqué literaria por desgracia?
Hombre, mucho mejor si hubiera tenido una cita para ti con pamela anderson ¿no?.
Lo que esto demuestra es que a la gente le importa un rábano la democracia, lo que de verdad desea es que no le toquen el bolsillo, todos los grandes regímenes los tumbó la economía. A la masa le da igual que manden gentes sin escrúpulos, sin ética, sin vergüenza, les da igual que los políticos sean unos miserables profesionales dedicados a esto por no saber un oficio más provechoso para, sin trabajar, prosperar en esa vida snob que esperan, sin embargo difiero un punto, creo que aún los de la izquierda son más trepas, más reptiles,más villanos que las denominadas derechas. Hoy la progresía bebe liberalismo o algo parecido, la izquierda chupa del bote. Se han invertido los términos en pocos años, la cultura y el sentido común que antes parecía pasear por las mentes de la izquierda ( eso llegaron a decir hasta en misa ) ahora los abandonó y están huérfanos. La clase política que se cree de izquierda, pero con tarjeta visa platino ganada a fuerza de hincar rodillas y chupar todo lo que se pusiera a su alcance, esa clase política está tirando esta democracia de señorita pepis. Quizá estén haciendo un favor a los que vengan detrás.Ellos acabaran lo que hoy no hemos podido.
Por cierto, y si lo consideras pertinente, te incluyo en los links de mi blog. Un lujo para mí, desde luego.
Para mi un honor; yo tambien te pongo
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