Me llama la atención que con todo el lío que hay en el pp, Cayetana Álvarez, la que pusieron Jiménez Losantos y el del Mundo en el pp y ahora es diputada, no tiene nada que decir.
Ellos, a su vez, tampoco dicen nada de ella.
¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...en tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos los caminos conducen a alguna parte, en tal de que andes un trecho lo suficientemente largo"
bbb
6 comentarios:
Discrepo, el que la puso fue su amigo Acebes por mucho que P.J. le ofreciera un contrato jugoso en su periódico. Por qué no se ha ido con Acebes es algo que sabremos pronto.
Con lo buena que está, Cayetana puede ir donde quiera.
.
yo le podría decir mujchas cosas a Cayetana
n a c o
apuestoquevosotrostambién
En boca cerrada no entran moscas. Debería aprender Marianín.
Cadáver Exquisito II
Hoy hallé, entre tus cosas, tres planetas
reflejados en lo infinito de tu mirada
como rocas prendidas en mil llamas:
uno de fuego, otro de viento, de hielo el tercero.
¿Dónde estará su sol? ¿Dónde sus cielos?
¿Dónde alcanzarán tus besos el hielo?
¿Cómo no quemarte con mi fuego
al tocarte?
En el hueco del alma los pecados danzan,
con lágrimas de sangre que vierten a la mar,
reviviendo fantasmas de un lejano pasado
que una vez fueron hierro fundido,
consumiendo pensamiento y sentimientos...
En el lago de tus ojos
arde el infierno que me inflama.
Dentro de ti un volcán. De vida.
Fuera solo cristales que arrebatan
la inocencia a mis pensamientos,
recuerdos del comienzo de esta herida,
colmillos en mi cuello,
hendiduras más allá del alma,
grietas en la trama del infinito más profundo.
El iracundo sonido del silencio
atronaba en relámpago y diástole
que abrían mis carnes y liberaban mi alma
consumida por heridas de mil batallas.
...la derrota de mi carne en tu carne,
el fracaso de mis sueños y pensamientos
que sangra, en ti, misterios y planetas
.
.
.
n a c o
sinpalabras
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