jueves, 22 de mayo de 2008

Exánime Corpus

La condición humana es la libertad. Pero no es algo que pueda ser compartido o socializado: es un estado personal, íntimo y no transferible: se es libre cuando te has liberado de tí mismo; de tu leyenda personal y de todas las trabas que adquieres en la formación: queda la conducta, queda la educación. Cuando la hay. El usar la palabra con referentes públicos es una traslación. Cuba necesita libertad, sólo significa que los individuos en cuba deben tener el acceso a poder llegar a ella, pero en su individualidad; la libertad te la pueden quitar pero no dártela; es algo personal.

Como el conocimiento y la sabiduría, sólo lo adquieres después de olvidar lo aprendido; pero claro, para olvidarlo primero tienes que haberlo aprendido, y haberlo olvidado: eso que queda es lo que te condiciona, define y constituye; a cada uno en sí mismo: el que no haya madurado, queda como resto de serie.

Somos producto de nuestra cultura, del conocimiento acumulado, de la conducta, del momento y de nuestra propia condición, con nuestras limitaciones y grandezas.

Definida la tierra como un sistema  complejo de subsistemas el hombre es el único que se adapta a todos; los transforma y los aprovecha: esto es posible por la cultura: se transmite por precepto entre generaciones y se salvaguarda por el castigo a los miembros que rehúsan seguir las normas. La vida social no implica cultura: las hormigas con su compleja trama social, no tiene  cultura. La cultura es consecuencia del complejo y plástico sistema nervioso del hombre, que le permite ajustar la conducta sin hacer modificaciones biológicas de su organismo: sólo en el hombre el sistema nervioso tiene la complejidad y adaptabilidad  para mantener la cultura por raciocinio y el lenguaje: la cultura existe por la comunicación. Y no está en la estructura biológica del hombre: reside en ella, pero no es tangible ni mensurable.

En el paleolítico el hombre empieza a fabricar artefactos: ahora los clasificamos.  La transmisión del conocimiento de como se hacen artefactos implica al lenguaje: se ordena y clasifica el ambiente, e implica la creación de verbos para poder transmitir como las cosas pueden actuar o recibir la acción.

Y tal secuencia genera la evolución hasta la sociedad actual: la religión se constituye como el precepto sine qua non para poder ser una sociedad evolutiva: no es casual que la evolución, el capitalismo, la riqueza y los avances provengan del cristianismo (lamentablemente, los deshechos generan a los progres, no todo podía ser bueno) Y por tanto nos debemos a la estructura social y en ella elaboramos nuestra conducta; y nos debemos a nosotros mismos en la medida en que debemos asumirnos, al ser porteadores de cultura, en nuestra propia esencia; y sólo así podemos ser individuos con vidas plenas; viviendo, no estando: hay quien pasará por la tierra y sólo habrá hecho sombra.

Celebrar el Corpus es tan sólo saber que somos parte del pasado y estamos en el futuro, que somos lo que ha sido porque seremos lo que vendrá, porque formamos parte, desde antes de nacer, hasta después de muertos. Somos, en nosotros mismos porque somos para la perpetuidad, porque venimos del pasado, y nada nos distancia realmente de cuatro pescadores en tierra romanizada, que seguro que los llamaron frikis, y escribieron los evangelios.

3 comentarios:

o s a k a dijo...

somos libres por naturaleza; podemos renunciar a nuestro estado natural, pero echarle la culpa a un sistema político 'x', más o menos adulterado, me huele a excusa pepiña. Las condiciones ambientales no son parte de la ecuación.

n a c o
mevoyalcine

Luis Amézaga dijo...

Compruebo que lleva ya un tiempo reflexionando sobre el concepto de cultura, su camino recorrido con la religión y la tradición, y sus consecuencias o ausencia de ellas en el individuo y la sociedad. Manténgame informado.

Además de ser fruto de ella, nos distinguimos por el tipo de filtro que ponemos, y que da unos posos u otros.

Ignacio dijo...

Un tiempo.
Unos cuarenta años.