Por muertos y enterrados quedan todos los vestigios del franquismo: los vetustos, carpetovetónicos ultramontanos preconciliares (y demás epítetos presuntamente denigrantes) ya no existen: el gran triunfo de la democracia es haber hecho desaparecer de la sociedad a todo aquel elemento sospechoso de incorrección política. Muertos y enterrados.
Por supuesto a la vanguardia de toda esa progrez, está la llamada derecha, y los llamados católicos: golpes públicos en el pecho, profesiones de fe públicas, alardes sociales, y detrás el vacío, la nada: se esconden en la religión para ocultarse de sí mismos; En vez de entrar al catolicismo a la búsqueda de la verdad, muchos de ellos se meten a la iglesia o alardean de ello para esconderse de la verdad. Y la verdad es sólo una, íntima personal intransferible y profunda, válida pero no balido, sabida pero no compartida: reconocible en otros similares, pero no exenta de íntima consciencia: La fe es cosa íntima; la religión es cosa pública: y no es un sumidero de cobardes, mojigatos,inmaduros y capaces de dar vueltas en círculos cuando se ven pillados: el magma de la llamada derecha actual es una mezcla pegajosa maloliente y pútrida de mojigatería, pacatería, inmadurez, soledad, necesidad de reconocimiento social, y sobre todo miedo. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, a la envidia: es la semilla del mal: la ignorancia es la maldad: nadie queda exento, el mal es demasiado poderoso y sólo lo puedes combatir en tí mismo, esa es tu responsabilidad: saber tus límites, tus fines, tus medios, tus aciertos tus errores, tus debilidades y grandezas: saber vencer, y saber perder….y no enrocarse en bandas con el secreto fin de dominar el mundo pero que no se nos note, pidiendo permiso para poder ser y necesitados de permiso para todo: eso es la negación de la persona, la negación del catolicismo, la negación de la cultura, el entreguismo, la dhimmitud, la memez: cuatro lugares comunes indiscutibles elaborados como consignas por los hombres y nadie se salga de esa línea: el ninguneo el desprecio, la muerte civil, la soledad ,el abandono
Pero no están muertos
que estaban tomando cañas:
lolailo lailo
Aunque cañas no tomamos el día que conocí al Deán iba yo dispuesto a que me diera una tunda de antología (testigos hubo con los que hablé) y acudí a la no colegiata a dar la cara: si no hicimos amistad, hay un vínculo entre el Deán sin colegiata, el Majao y La Galaxia que simplemente se basa en el respeto: el vínculo existe, pero nada más: ni uniformidad de pensamiento, acción, actitud, presencia, criterios, ni nada: cuando dos personas piensan igual es que hay una que piensa por las dos, dijo Mark Twain. Cuando son más de dos es ganado estabulado digo yo ahora; cuando se escudan en el grupo o “el bien mayor” ni ganado: son una infección.
La responsabilidad es ante uno mismo, la honestidad lo es ante uno mismo, la grandeza es la humildad y no esa soberbia disfrazada de humildad tan presente, tan vomitiva: sólo así se entiende la grandeza del otro, y se le respeta: no como al ganado que se le mira pasar y da la risa; La responsabilidad es mantenerse en el camino a la integridad, la honradez, intentando crecer en sabiduría y gracia y siendo: por uno mismo para la humanidad: eso nos conforma como cultura; eso hizo al catolicismo; los que ahora quieren ser los que tienen la exclusiva del catolicismo son los que más emperrados están en su destrucción.
Mientras tanto, en la soledad, fuera de toda sociedad y pompa, pero aherrojados en la búsqueda de la verdad: encontrando los propios errores más que los aciertos, indagando los libros sagrados e indagándose en oración centrante; meditando la lectio divina y valorando la obra ajena con admiración, asumiendo la propia condición y valorando la condición ajena fuera de su apariencia y en su valor: y no huyendo de la responsabilidad ante uno mismo aun sabiendo el precio costoso de la presión de la repugnante socialdemocracia nazi, sabiendo que antes otros pasaron por eso
¿Y qué tengo que hacer?
¿Buscarme un valedor poderoso, un buen amo,
y al igual que la hiedra, que se enrosca en un ramo
buscando en casa ajena protección y refuerzo,
trepar con artimañas, en vez de con esfuerzo?
No, gracias.
Y sabiendo cuatro reglas de oro y sobre todo distinguiendo cuando claramente la bestia enseña su faz, aunque las gárgolas de la sociedad asomamos sobre la ciudad ensimismada desde la blogosfera no nos damos por muertos: como zombis para los abducidos por la progrez, desde el foso de la historia resolvemos las ecuaciones de la realidad aplicando cuatro reglas simples, y sobre todo sin caer en el entreguismo, en la dhimmitud, en la estulticia
¿Ser esclavo, como tantos lo son,
de algún hombre importante? ¿Servirle de bufón
con la vil pretensión de que algún verso mío
dibuje una sonrisa en su rostro sombrío?
No, gracias.
Y el insulto y el desprecio conforta: vamos por el camino correcto cuando todos nos señalan con el dedo. Por muertos y enterrados quedan todos los vestigios del franquismo, pero negar la historia es negarse a uno mismo, y si somos libres es porque sobrevivimos al entreguismo y la comodidad de instalarse en un sistema (humano, ergo falible per se) y ahora la denigración conforta: no hay argumentos, solo epítetos, a veces copian algún insulto pero no saben insultar, amenazas, desprecios y puñaladas por la espalda, pero no estamos muertos: los zombis tomamos cañas cerca de Triana que hay una flecha que en un rato estamos en Santiago, escribiendo desde un piso peregrino en Barcelona y sabiéndose vivos a fuer de tan muertos.
Llega la navidad y la honestidad de una lectora me ha asombrado: la juventud la llena de responsabilidad. Las gárgolas tomarán la calle, y los zombis descansarán en paz cuando la claridad ilumine: mientras tanto, persistiremos.
9 comentarios:
De parte el Deán que te diga que él dice que la amistad es sublimado licor de alquitara, que entre hervores, vapores y enfriamientos se va destilando gotita a gotita, despacito, en retorta de bodega de fraile. Si luego se deja envejecer, reposado, en bota añeja, el resultado es ambrosía digna del Olimpo y el Parnaso.
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Amén.
Grande, Iñaki. Grande.
Me esperaba una sarta de guantazos; me habeis asombrado.
Decía José Antonio que lo importante no es si el escalpelo hace sangre, sino estar seguros de que obedece a una ley de amor.
Estimado Ignacio, no estoy de acuerdo con que al frente de la progrez esté la derecha ni tampoco “los llamados católicos”.
La derecha parlamentaria no existe por lo que nada se le puede imputar
Respecto a la derecha sociológica sobrevive pero eventualmente castrada, razón por la que nada podría liderar. No puede estar al frente de nada serio porque a la hora de “sumar” aparece travestida.
¿Y a qué obedece esta situación? Tu comentas que al miedo pero yo creo esta situación responde a las ansias de triunfar electoralmente desde un sincretismo moralmente perverso (y estratégicamente errado). Un sincretismo que supuestamente ampliaría su “mercado objetivo” y que ha supuesto el fracaso más estrepitoso.
Y aún hay otro factor que explica la castración y el travestismo de la derecha: el complejo postvictoria invencible, esa “incontrolable” necesidad de congraciarse con las tesis a las que tendría que combatir, un complejo que desemboca en el seguidismo más gregario respecto a doctrinas radicalmente contrarias a la Fe y a la propia naturaleza humana.
Ni los cristianos ni la derecha real están detrás de la progrez pero la idiocia consentida sí que abona el terreno.
Un saludo
Abundas en lo que yo escribo.
Sé que en buena parte coincidimos con palabras distintas.
Por cierto, que a veces pareces "profeta": http://www.hazteoir.org/rosasblancas/?p=277
No hay tanta presciencia; simplemente son aburridamente predecibles.
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