Cualquier predicción de como va a acabar esto, es falsa. Los análisis de donde viene son más espectáculos de bomberos toreros para salir en tv que explicaciones reales o basadas en parámetros reales; el tipo de graciosito que sale en programa progre monologando sobre algo, ya no da para más, y aunque se empeñen, no han conseguido que la gente se crea absolutamente nada acerca de la crisis: sólo dos cosas quedan claras: aunque quieren difuminarla en la crisis financiera mundial, tenemos una en España, propia, jaleada por la progrez, y que va a dar dos certificados de defunción: uno, al pp, que se celebrará por todos, sobre todo por la gente de derechas; el otro será la defunción del postfranquismo con esta satrapía repugnantemente socialdemócrata que a la gente le han dicho que es la democracia: eso se acabó; y cualquier floritura que hagan de cambiar leyes, electorales, fiscales o las que sean, no es sino palos de ciego intentando perpetuarse en las poltronas: nada nuevo bajo el sol.
Una cosa sí esta clara: teníamos razón. Y la seguimos teniendo: los denostados frikis que nos gustaba el ordenador, los denostados, que siempre tenían nuestro tf para cuando se estropeaba el ordenador, y demás, teníamos razón: y la seguimos teniendo.
Lo que sí da la crisis es que para adecuarse a la realidad (siendo benevolentes, de 2003) los pasos intermedios, las burocracias sobrevenidas, los pasos perdidos (ecué yamba o) y toda la falaz estructura burocrática de la realidad, que tan deformada está, y para empezar a ponerse “a tono” “al día” o “según los tiempos mandan” necesitan de nosotros, a todos: a todos aquellos tan denostados que leemos o hacemos blogs, y sabemos movernos por la información, sabiendo discernir.
Ahora es nuestro momento: somos necesarios: sabemos acortar distancias, recortar costes, optimizar recursos y conseguir que la distancia entre producto y consumidor tienda a cero, si no es cero ya: lo sabemos, lo hacemos y lo vivimos.
Toda la estructura de la sociedad va a volcarse mirando, queriendo aprender y ser como nosotros, tan denostados: ahora, somos necesarios; sabemos hacer lo básico, y el primer principio es la simplicidad: sabemos manejarnos en mínimos bajo mínimos y con lo básico, sin burocracias: somos necesarios para abaratar costes y superfluos: es nuestro momento.
Así que a seguir: siempre hemos ido por la senda correcta, su senda se ha estrellado en su forma social ridícula. Cambiarán, con su altiva displicencia, nos necesitan. Es nuestro momento.
A por ello.
3 comentarios:
Tan necesarios como molestos. Ya veremos que resulta de eso.
Un abrazo y feliz 2009, Ignacio.
Sí; además de siempre aportar las solucions, molestamos.
Con que el 2010 fuera normal, me conformaría; con que sobrevicamos, será conforme.
De lo que se trata a estas alturas,simplemente,es de sobrevivir.
Con eso debemos conformarnos.
Feliz año,Ignacio.(Dentro de lo que cabe,claro está....)
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