Haciendo amigos

Mi error es pensar en términos de niño de colegio: los bomberos apagan fuegos, los policías van contra los malos, los jueces buscan la verdad, si trabajas tendrás frutos, la honestidad siempre paga.

Así me las voy llevando.

El sistema sanitario español funciona correctamente: como la gran unidad de negocio que es, y nada más. Nada que ver con atender las necesidades de la gente.

La universidad Española, tan sólo es un medio de adoctrinamiento y domesticación de la gente: de tal manera que la percepción de la realidad está distorsionada: nadie que estudie historia comprende nada, porque se obvian datos para justificar los resultados a explicar.

El sistema de administración de justicia no busca una medida del hombre sino el hombre como parte del engranaje, y como tal, está sujeto a modas maquillajes y tendencias.

El concepto de las obras públicas no es su utilidad social, su capacidad de vertebrar o su eficacia en el bienestar humano: se calculan por los intereses a satisfacer, no por las necesidades a cubrir.

En esas dimensiones lo que se configura es una realidad cosmética en la cual no importa el porque se haga algo, sino lo que parece; la realidad es que se trata tan sólo de mantener en un adecuado punto el afán de protagonismo de todos.

Y así de simple es todo.

El pp en este momento está haciendo un triunfalismo: han cazado, o han recuperado una parte de su afán de protagonismo. Porque Exceptuando Rita en Valencia, nadie tiene algo a lo que puedas cogerte.

¿Qué es el pp?

Si es Derecha, Gay Ardón demuestra que no. Matas lo mismo, Piqué. Camps. No hay nada que pueda darnos un atisbo de pensamiento liberal, o de derechas.

Rajoy es el de turno, e imagino que su éxito es mantener su protagonismo. Porque no dice nada. De absolutamente nada.

El asunto es el centrismo.

Esto me vale para longitudes intelectuales modelo pepiño, o zp. Que son dos idiots savants es algo evidente; si la gente prefiere no verlo, es otro tema. Pero lo de "centrismo" decir "nosotros lo mejor de esto y de aquello, unas cosas de aquí y otras de alla" es no decir nada; es el argumento guai de vendedoras de tupperware para quedar bien con todos sus clientes, el manual de la perfecta mujer de sociedad.

Pero nadie en su sano juicio puede ser centrista. O pasas de un tema, o tomas partido, nadie es centrista; esa inmadurez de la tibieza es el pecado original: comprensible en un adolescente, malvado en cualquier persona.

Que el pp se defina como partido de centro, es una falacia como la búsqueda de la paz por parte de Stalin, o la igualdad de los hombres según Pol Pot. ¿de qué centro hablan?

Si hablan de tibieza, o moderación, antes deberían habernos dicho respecto a que es la tibieza. Moderación respecto a que. Lo que son actitudes de la persona (y no cualidades sino lo contrario) no son actitudes que deba asumir ni el estado ni sus representantes. Si quieren diluir su responsabilidad personal en el asunto de "todos somos centristas" asuman entonces que no tienen ni éxitos, ni fracasos, ni nada, porque nada son.

Hasta la fecha, lo único que trasluce el pp es: nosotros hacemos lo mismo, pero mejor. Ni ideas, ni actitudes. Ni nada.

Simplemente mantener un encorsetamiento social con una serie de normas ridículas e aparentar un florentinismo medieval que tan sólo enmascara una absoluta vacuidad.

No ha ganado el pp. Han mantenido donde estaban, y han perdido mucho: en espacios físicos, y en gente de calidad: en eso se parecen a los otros, cada vez más mediocres en mejores puestos. Y luego veremos quién saca esto adelante.

La realidad es tozuda. Desviarse de ella es perder el tiempo, y hacérselo perder a los demás. La diversidad política española es a tres bandas, y no a dos: socialdemócratas, democristianos y liberales.

Si el pp es algo es socialdemócrata; algo que debería ser la oposición. Porque lo de la izquierda sólo es una nostalgia de púberes que quien no lo sepa, tiene su acta de defunción bajo los cascotes del muro de Berlin, al cual ECHÓ abajo el pueblo, no "se cayó".

La realidad evolucionada del sistema es esa, y no hay otra; cualquier otra cosa es perder, todo, pero perderlo además de manera ridícula.

El secreto del regionalismo imperante es claro: a mayor número de taifas, mayor carga sobre el presupuesto pero más número de vividores a cuenta de los demás.

Y nada más; lo de forzar invenciones idiomáticas, agravios preneolíticos, y el juicio por la propiedad de la quijada que asesinó a Abel tan sólo es el numerito del niño mimado para que le hagan caso.

El problema se reduce a conceptos algo ya antigüos: los que tenemos algo de lecturas, lo sabemos:

Hablamos de la envidia, la ira, el odio, en fin, de los pecados capitales, con el afán de protagonismo como máscara.

Y de lo que no hablamos en ninguno de los casos es de entrega, honestidad, decencia, respeto a lo público, respeto a la sociedad, respeto al propio puesto de trabajo, consideración hacia los demás.

Realmente, las opciones políticas sólo tiene dos variantes: S.A. y S. L.

Y de esto estamos hablando.

No es que el sistema tenga un problema de corrupción, es que el émbolo del sistema es la corrupción, es un elemento intrínseco y funcional, es inherente a él.

Pero todos preferimos vernos como maravillosos hacedores, geniales en nuestro mismo papel y triunfadores de la nada, y al final, las opciones políticas presentadas son más de hinchas de futbol que de raciocinio.

España debería ser herencia Romana, con rasgos griegos, no esta mariconez de país.