Conversación en la realidad

-Está amenazado por eta.

- ¿por facha?

Esa es la respuesta dada y recibida.

-Ha denunciado al marido por malos tratos.

- Pobre.

Pobre, ¿Quién? ¿el marido?

El análisis no hace falta ni hacerlo. Hay una disculpa inherente a eta: si es un facha es lo normal que se le amenace, cace y mate, es algo que entra en la normalidad. Si no es un facha, se le olvida, o no se habla de ello.

El término adecuado si comparamos las dos conversaciones, sería como si en la segunda:

-Ha denunciado al marido por malos tratos.

-¿Por qué? Con lo puta y mala persona que es, debería callarse.

Si alguien dice eso, estoy seguro que acabará en la cárcel.

Sin embargo se ha asentado la doble moral, la moral pagana, la cursilería del políticamente correcto (correto) y el pensamiento inmaduro pueril e inculto a base de no haberse formado, justificando los crímenes por calidad de la argumentación para exculparlos y no por la gravedad de los hechos.

Ahora están rabiosos. Los progres y los seguidores paniaguados vividores de la progrez están siendo visceralmente agresivos, violentos hasta el paroxismo, en lo escrito: en cuanto se vean con fuerza (sean más de diez y pillen a uno solo desarmado en un callejón) lo matarán, y se exculparán a sí mismos: si no cumplía con el catecismo laico progre, es una mala persona y su crimen está justificado.

No admiten ninguna derrota. De su pensamiento endeble, no se puede hablar: sólo justificarlo y abombarlo, nunca cuestionarlo. Bajo ningún prisma entran a discusión: sólo admiten dogmas preestablecidos que cierran toda la discusión a la admisión de los dogmas preestablecidos.

De las "contradicciones de su sistema" no se puede hablar: si pepiño blanco ha sido pillado robando, se le aparta un poco y se habla mal de Aznar.

Pero claro los fachas y totalitarios son los demás.

Lo que hace eta es "política por otros medios" y además legítima: ¿no es acaso, marxista? Eso, legitima para ellos cualquier cosa. Cualquiera.

Los violentos son la derecha. Aunque reciban las palizas en silencio. Aunque reciban las amenazas por toneladas; aunque sea lo que sea, los violentos son ellos.

Así justifico mi violencia contra ellos, y me lo creo.

Y ni aun así triunfo en los bailes de mi salón de Sissi emperatriz que llevo en mi cabeza.

Pero jamás serán conscientes de su bajeza: la culpa sea lo que sea es de otro.

Son gente que actúa como niños malcriados: si no les das la razón, la rabieta es considerable y no paran hasta salirse con la suya. Si les das la razón, siempre un paso más, más allá, siempre un poquito más, dándole vueltas al asunto hasta agotarlo.

Aquí siempre he abogado por la educación clásica, fuerte, difícil y recia: sólo así las cosas podrán enmendarse….a la vuelta, de al menos veinte o treinta años. Mientras todo siga así, atémonos los machos y aguantemos el tirón de la violencia, o ejerzámosla, si no no habrá posibilidad.

La soberbia de la ignorancia se ha impuesto en la sociedad, son muy malos tiempos.