Para cuando se convoca el concilio de Trento el disparate acumulado era tal que nadie podía hablar con autoridad real; lo que debió ser el fin de la confusión la aumentó exageradamente para su propia satisfacción: el sistema se retroalimenta en su perversión; las bondades hay que buscarlas y alimentarlas artificialmente.
Ahora la estrategia izquierdista de la confusión ha fundido Europa. Literalmente. El enorme error Ruso que fue eliminar a los lamentables zares y sustituirlos por una elite neoburguesa de autodefinición comunista no hace falta que se explique. El error Europeo de considerar que unas hordas dirigidas por en grupo de resentidos sociales y trepadores envidiosos a los que han decidido llamar la revolución francesa suponen algo evolutivo en vez de un acto de vandalismo aun hay que explicarlo y aun así te expones al insulto.
Si ya cuenta que el día que los nazis invadieron Francia el partido comunista Francés se pasó con armas y bagajes todos al partido nazi con una patética excusa siendo los mayores y mejores delatores que hubo para los nazis, no hay duda de que te llamaran facha. Pero es irrebatible.
Pues aun así, Francia es una especie de paraíso feliz de la progrez. Cuando hablan de ello, lo que te están contando es una mezcla de anuncios de colonia navideña y paraísos publicitarios; una pasión idílica llena de cursiladas; una grave memez pueblerina de los que se sienten inferiores.
Al menos desde 1789 Francia sólo ha aportado a Europa confusión, freno, rémora, retraso, delaciones, entregas, renuncios y cobardía. E insidia como forma supina de su diplomacia: los mismos que adoraron a Bokassa, o que dinamitaron volando explotado el Rainbow Warrior cuando molestó a los intereses gabachos, dan la norma a seguir y los izquierdistas, entes premaduros que siguen a su líder creyendo que piensan por sí mismos lo siguen como consigna en toda Europa: se nos ha llenado de infraseres.
Toda la estrategia de llamar la atención de Francia consiste siempre en lo mismo: ofrecer una alternativa o proponer una pregunta presuntamente inteligente, que solo aporta confusión, como esas memas que para hacerse las interesantes repiten la ultima palabra que has dicho con interrogación: se encuentran muy inteligentes seductoras seductivas frívolas y maravillosas; no tardan mucho tiempo en demostrar que son unas lerdas con cuatro trucos.
Pero tan solo unas lerdas.
Una cosa se consigue siempre con esas estrategias: crear confusión y aprovechar la bondad ajena para hacer daño.
Desde que Marx en un ataque de picores de los granos del culo escribiera el plomazo que lo caracteriza (su obra; y los granos del culo) hallaron pie para la justificación todas las tonterías basadas en la envidia pero justificada como oposición de clases, todos los envidiosos, resentidos, feos y demás que no se asumen a sí mismos y por tanto denuestan todo aquello que envidian se elevaron como rango de acto social a la confusión; y basándolo en la oposición de los contrarios.
Y de eso es de lo que nos estamos hundiendo en la civilización occidental (la única)
A tal punto quieren llevar la oposición que han caído en lo ridículo: los ciudadanos contra su patria, unos contra otros, los de un pueblo contra el otro, el enfrentamiento como única estrategia, y con las leyes de defensa de la mujer: mujeres contra hombres. Es como los chistes de final del bachillerato; aunque estos ni tienen humor ni entendieron el bachillerato.
Y ese es el asunto y nada mas: crear oposición y enfrentamiento: entre Españoles, entre regiones, entre zonas, entre hombres y mujeres, entre católicos, entre personas pero no hacen nada, nada aportan ni nada crean. Sólo crean oposiciones y enfrentamientos.
¿alguien cree que los hombres van contra las mujeres?
Tanto han taladrado en su propia estupidez que han acabado llegando a su propia paradoja, oponiendo las cosas obvias a sí mismas. En su estupidez ensimismada acabarán “cuestionándose” la validez de la ley de la gravedad, lo cual no nos obliga a cuestionárnosla, sino a darnos cuenta de que estos memos se quedan solos y que se aguanten entre ellos, porque esa cursilada elevada a tal potencia es algo que da vergüenza ajena.
Creer que las mujeres van a actuar contra los hombres más allá de por resentimiento es creer que rompes una unidad sagrada. Toda la vida se ha hablado de las mujeres resentidas (Santo Domingo de la Calzada lo demuestra) pero ahora es una sociedad de resentidas que desprecian a las normales. Y las resentidas mandan a todos los niveles.
Creer que la gente va a abandonar su idioma mor de un constructo progre de leyes lingüisticas “sagazmente” trabadas es no ver lo que pasa, no escuchar a la gente cuando habla y no hablar con la gente (personas, individuos)
Creer que España no existe y no ver que el pecado que ahora azota es el de toda la historia de España es querer ver que mi pueblo es el mejor y tan sólo es comparable a lo más grande. Pero eliminando los términos de la comparación; atomizando ridículamente; la gente no es tan tonta, y saben todos que son Españoles, y el jueguecito de creer que eres más es como las patéticas que en el mercado dicen a la vecina que su hijo es mejor que el otro, en la cola de la pescadería; a ese nivel de razonamiento inteletual hemos llegado en España, en Europa, en occidente, en la cultura y la civilización.
Toda esa confusión tiene precio y coste, pero los pijos que van por ahí haciéndolo, escondiéndose y encontrándose inteligentes realmente en su cabeza saben que están haciendo el gamberro pero luego viene PAPÁ lo paga y lo arregla todo.
Confusión, y así consideran triunfo. Pero nada crean. En la próxima cruzada, la canción de la tropa será la Chica de Ayer, porque ahí nos abocan, confusión porque jamás asumirán que lo que pasa entre hombres y mujeres la iglesia católica le dio el reconocimiento debido; confusión porque son incapaces de ver una unidad sagrada más allá de la que ellos reconocen: el resto de la humanidad les debe pleitesía. Confusión, lío, algarabía follón denuesto y maldad. Pero nada crean.
Y España, la familia, y sobre todo lo que pasa entre un hombre y una mujer es una unidad sagrada.
4 comentarios:
Confusión y resentimiento, unión por consagrar.
La izquierda hace añicos todo lo que toda. Y lo hace deliberadamente. No son errores en la aplicación del socialismo, etc.
apodíctico te veo esta mañana, Don Ignacio... Creo que tengo que leer esto más despacio. Me pasa lo de siempre: comparto muchas cosas, pero metería unas cuantas otras entre los intersticios de tu argumentación. Nos vemos.
Haría algún comentario, pero desde la cima del monte Tu Miedo me observa atento ese pueril y egocéntrico panegírico que no admite menoscabo de lo que piensas. Cosa típica de los pensamientos totalitarios, igual que el miedo a la confusión (como si el universo fuera tan sólo un axioma de muchas palabras).
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