jueves, 16 de agosto de 2007

La profusión de la evolución

Se sigue desde tiempo inmemorial buscando la secuencia evolutiva del hombre: genciencia ahora se dan por aludidos de un escrito de Leakey apuntando la convivencia del homo habilis y el homo erectus y señalando su convivencia como imposibilidad para ser antecesor y descendiente.

Realmente lo que pasó es que mientras el homo habilis desarrollaba sus habilidades, el homo erectus con todos sus congéneres se pasaban el día manifestándose contra el cambio de glaciación por la sabana y creando bandas de erectus a favor de la conservación de la glaciación y contra el desarrollo tecnológico de los habilis: realmente, los habilis eran todos unos fascistas; los antiglaciación se manifestaron, pero al final ganaron los fachas.

Son las ocho de la mañana ahora. Mientras he tomado café he repasado mi blogroll. He leído, procesado y asumido más información que Erasmo de Rotterdam en toda su vida. Cuando acabe el día, habré escuchado más variedad y cantidad de música que escuchó Bach en toda su vida. Sólo por el efecto de acompañamiento habré disfrutado de más cuadros y esculturas que Velázquez y Dalí en su vida.

Yo en mi, tengo más información y conocimiento acumulado que Parménides y Heráclito.

Eso no me da la sabiduría ni el conocimiento ni la lucidez.

La capacidad de procesar datos y la forma de hacerlo es lo que me dará el nivel de inteligencia, la sabiduría y el conocimiento, y no la acumulación de datos.

Pero sí hay datos “objetivamente” inequívocos. Mayor que la difusión de la imprenta por Guttenberg y sólo comparable al neolítico es el avance en la capacidad de conocimiento sabiduría comunicación y evolución que nos da el uso de la red. Es el mayor artefacto que ha generado la especie, es el logro máximo de la cultura, es lo que los que se quedarán fuera de la evolución desprecian (“los bloggers no valen, sólo vale lo escrito aprobado por la academia”) y lo desprecian por miedo al cambio, por reaccionarios. Miedo a lo desconocido y miedo al poder perdido: cualquier persona que escriba algo bueno nos lo puede hacer ver a todos gratis et amore y sin filtro ninguno: ni la academia establece ya las normas ni la universidad mantiene más función que la de guardería si no cambia en sus formas contenidos estructuras y conceptos. Y no cambiarán: el apoltronamiento debería ser considerado enfermedad mental.

En este momento en el mundo conviven dos formas de vivir opuestas radicalmente: mientras para los instalados en los sistemas clásicos es la secretaria la que manda mails y no consideran de buen tono ni siquiera usar el ordenador, despreciando olímpicamente cualquier génesis elaborada o surgida de la red hasta que la realidad se lo impone, al otro lado los hay que antes de creernos lo del cambio climático hacemos un fiskin por la red, elaboramos la propia opinión y no nos dejamos llevar por la oleada de moda de “todos contra el cambio climático” o la de “ahora toca oír a los bitels”

No hay sistemas ya de transmisión cultural universales que no sean la red en sí misma: de éste modo, la industria de la edición por su propia supervivencia no considerará la red; la política tendrá que asumir que mientras exista la red el sistema clásico es ya obsoleto y no digamos ya lo de las campañas a través de los “medios de comunicación” establecidos definidos y unificados.

Sólo hay una comunicación, y ahora hay un medio. No se puede manipular si no se quiere ser manipulado: la información y los datos y hasta los argumentos están disponibles, sólo no los tiene quien no los quiere tener.

La ignorancia, en éste momento es una opción personal. Y no es respetable.

Hay gente que decidió no hablarme cuando dije que quien no supiera manejarse por la red era un analfabeto funcional. A fecha de hoy, quito lo de funcional. Nadie puede pensar que el mantenimiento de la estructuras tal cual han sido va a perdurar: morirán en su propia consunción.

El hecho de que el medio sea universal modifica no sólo la difusión y las formas de dar a conocer lo que sea, sino las formas de trabajo e incluso las maneras del comercio, no digamos ya la obsolescencia de la burocracia: mientras no se asuma que el tiempo real es ahora a fecha de hoy una posibilidad, todo aquello que funcione a tiempo aplazado y con carencias es una obsolescencia. La acumulación de papel impreso sólo es un atentado contra la cordura: para eso sí que no les importa nada el medio ambiente famoso (o sea: la naturaleza)

En un par de años, lo de habilis y erectus será una discusión de australopitecinos planteándose el oponerse al cambio de glaciación. Sabemos a donde va y por donde va, quien se niegue a ello se ha quedado en otra glaciación, bajo los hielos formando parte de los fósiles y manteniendo esa gracia de lo antiguo como un baile de disfraces.

Esa es la evolución.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena entrada ignacio.

Luis Amézaga dijo...

Es la evolución y no espera a nadie.

Ignacio dijo...

Yo a ti llevaba tiempo esperándote.

Para la próxima edición de la copa América me han nombrado oficialmente "probador de Señoras" y te he propuesto como ayudante.


Nada, cosas que hay que hacer, por aquello de quedar bien.


Se te echaba de menos.

Luis Amézaga dijo...

Qué hace un ayudante de probador de señoras?

Daré más señales a partir de ahora. Espero.

Ignacio dijo...

Es duro, pero todo sea por la patria.
Tranquilo, yo te enseñaré el oficio sin tinieblas.