Están tocando nuestra canción

Makoki era un aprendiz aquellos días que yo se pero no me acuerdo: si que me acuerdo: barras de bar, vertederos de amor; eso quizá sea un error: en San Antonio, café del Mar en Ibiza: que fui invitado por un amigo al que llamaremos X para que no sepáis que se llama Joan y es del lugar, (mola el estilo Van Orton de referenciar) aquel día se inauguraba: se ponía el sol, y sonó Dream of the return: descubrir a Metheny ya lo había hecho al comprar, en una de esas, toda la colección de ECM: que en Ibiza se quedó por las extorsiones familiares encubiertas de “familiareidad”, es lo que tiene la familia: siempre estuvieron allí cuando me necesitaron.

No ganáis nada con intentar olvidarlo: no es que nos persiga el pasado, es que nuestros recuerdos nos constituyen, y cuando por vivir has vivido para vivir, tu vida tiene banda sonora: original, siempre, pero original de otro: y eso me enriquece y me cautiva, me seduce y me suliveya; somos hombres de nuestro tiempo, soy de pueblo de ir a bañarse al río, soy un hombre de mi tiempo: el siglo XVI y de tanto parecer hereje resulté ser el inquisidor con el hacha y el vagabundo que camina, como el fantasma; porque comprender la historia se comprende desde uno mismo, y sin la comprensión de uno mismo no se comprende nada: siempre es algo personal. Leíamos tebeos, y si bien Makoki ya era denostado entonces por la progrez, Corto Maltés era universalmente aceptado; y tengo entera la colección del Príncipe Valiente; obvio, obvio. Como olvidarlo: Los comunistas miraban por encima del hombro a los del psoe como tontos útiles; estaba en producción la mina de Ojos negros en Teruel y la FIJL ya se había disuelto no se si por bien o por mal. Había obviamente los himnos progres, algunos más que presentables,como el cuento de la lechera, aunque el súmmum era Santa María de Iquique.

A los dos días de escuchar aquel disco de Metheny embarcaba para Hoya fría, Tenerife: unos años de soldadesca nunca vienen mal, y volví a leer a Cortázar, y a otros muchos: por aquel entonces ya era para mi de obligatoriedad La Saga/fuga de JB; vivía como un Sultán, literalmente, y había aparecido un invento que empezaba a ser asequible: Sony había inventado los walkman, y apareció en escena un chico nuevo, era más alto que yo: en La Cuesta, en Tenerife había varios garitos de Salsa: mucho impacto venezolano y a Juan Luis Guerra lo conocí allí: aunque claro, la versión que hicimos vestidos de mimetizado era lo que ahora sabemos que es “suecada” la vida parecía transportarnos al jardín del edén.

Tengo el corazón

que me pega cipotazos de emoción.

tengo el corazón

que me explota la polla:

quisiera ser un pez,

para lavarme los pies en tu pecera…………

Si; Makoki era un aprendiz: en los garitos de Madrid la noche antes de coger el avión militar (a las cinco de la mañana) eso era obvio: acababa de estrenarse Pepi Lucy Bom….y la “movida” ya era una cosa cotidiana; siempre inolvidable: en las noches empezaba a aparecer Bosé con sus discos prefabricados, y su posse prefabricada,

seré tu amante bandido: bandido.

seré maricón perdío
perdío.

Sabrina empezaba a salir por ahí con triunfos y mostrándose en la noche, y hacía poco de la muerte de Eduardo Benavente; lamentable perdida, muy lamentable, y muy sentida, en su momento, ahora. Capaz de escribir cosas genialmente geniales

los genes se han equivocado

y ya no queda otra salida:

unidos en un solo cuerpo

unidos, para toda la vida:

para vivir

unidos;

para morir

unidos.

La historia cantada de dos hermanos siameses: una gran pérdida, real, pero la vida siguió y empezaba a moverse la cosa: los progres exaltados y triunfó F. González para empezar la decadencia, y todo el mundo se puso a aprender a bailar Sevillanas. La historia se encadena.

Y conforme habíamos empezado, la línea musical empezó a diversificarse: la gente de los ochenta fue amalgamada por el sistema, y las emisoras empezaron a obviar el jazz: toda la escuela ECM, el jazz frío, en Europa, fue el que generó lo que luego se conoce como chill out (traducción: Bajar el subidón) pero lo que ahora se escucha como chill out no tiene nada que ver: música de ascensores, sólo que sublimada: una mezcolanza de nueva era, y campanas que han sonado de las ediciones de libros de religiones extranjeras. Ahora continúa para mi asombro la línea ECM: y Tania María que sacó su primer disco cuando yo estaba en el cuartel de La Almeyda, (vago al yelo y al calor) y ahora saca otro: con Örsted Pedersen, uno de los que eran jovencillos de ECM entonces; a lo mejor no todo está perdido: a veces como un rumor me devuelve la memoria a mi chica: la sombra de La chica de ayer, un sábado después de las ocho: con el cuento de Boris Vian bajo el brazo, bailando: se pasaba el día bailando, todo tiene Sabor de amor; pero eso realmente a nadie le importa; ni a ti, ni a nadie. Es lo que tenía vivir en la calle; pero esto, nunca fué América.

Lo cierto es que las de entonces siguen siendo sexys. Si han cambiado, ha sido a mejor.

A cada paso la vida te empuja, y va sucediendo. Y hoy caminaba con un amigo (siempre un poco más, siempre un paso mas) y he pensado en voz alta que “realmente, toda la creatividad de la música se reduce a lo que se ha hecho desde 1974 a 1989; después apenas hay nada relevante; y si ampliamos el periodo por atrás a 1945 tenemos las mejores obras, trozos, canciones y composiciones de la historia de la humanidad: en apenas cuarenta años, hay más creatividad que en el tramo anterior de la línea del tiempo”

Obviamente, a 1945 sólo por una razón: My Way. Que no New york.

Y claro, dejar de lado a la chica de Ipanema, Mack the knife, Su blanca palidez, o el blanco satén, el sueño de Californication, un pequeño vals vienés, sería abominar de la historia de la música: ¿existe realmente tal historia sin Billie Jean o la Rapsodia Bohemia?

Baba O’Riley se constituye a fecha de hoy en himno para muchos, más jóvenes, que la descubren; el riff es el del Hotel California: dímelo a mi.

¿hola?

Llamarla suele ser un error, siempre,sobre todo si es una ex; (ya no queda opción a la devoración) podría seguir,como sigue la vida hasta el fin del amor, porque cada tramo de una vida es una historia distinta,pero dejo a la sazón de mis lectores el añadir las que falten si es que pasan la censura, claro: aquí en La Galaxia se sigue un criterio demasiado científico: lo que me da la gana.

Porque descubrimos la definición del amor sin nombrarlo, descubrimos la construcción, hicimos todo en apenas treinta/cuarenta años: y ahora, no queda mas que un páramo (teenage wasteland) y la sucesión: nada nuevo que de esperanza, porque todo se instaló en la tibieza y la tibieza repugna.

Sic transit Gloria Gaynor.

[Para la elaboración de éste post no se ha maltratado a ningún animal]