Cunda la tranquilidad

Doblemente halagado: por la cosa de que me copien, y  por el montón de mails de lectores avisándome. Aunque realmente no es copia, el escrito de Raúl del Pozo de hoy en el mundo sólo hace una referencia sesgada e interpretable; si, habla de los blogs, y de la blogosfera y sesgadamente referencia la galaxia, pero no es copia ni plagio: y leído el escrito realmente es halagador.

Es una generación de gente que son ganadores siempre de revoluciones pasadas y siempre a la vanguardia de lo que sucedió, y plenos de miedo ante el presente: no les quita eso nada, ni nada les aporta; pero es comprensible que gente que ha medrado en Madrid (donde el ombliguismo es obligatorio por ósmosis) y en la prensa, quieran magnificar su papel, el de la prensa y el de Madrid.

No es ningún secreto que el periódico de El Mundo está agonizando, como todos los medios clásicos; y lógicamente esta gente  les cuesta asumir que su primacía y puesto sea cuestionado por quien no ha hecho la mili que ellos mismos quieren que sea la obligatoria: también hay bloggers que pretenden definir quien es blogger y quien no.

Que pretenda desprestigiar a los blogs es un esfuerzo baldío: la mayoría de blogs y bloggers se desprestigian solos: tan solo hay que darles tiempo. Es gratis, y puede leer quien quiera; puede comentar quien quiera, y cada cual se elija: esa es la virtud o lo excitante de la blogosfera; en la prensa tradicional, pretenden que los agobiemos a cartas al director, o que les pidamos permiso para escribir. Ahí anida el peligro: alentarán a los politicastros para la censura en internet, porque creen que así mantendrán el monopolio, pero bueno: esperemos que asuman que la realidad se conforma sola sin su ayuda, por importantes que se crean.

En cualquier caso, nada de lo que refiere puede ser aplicado a La Galaxia: el caso es al revés: Cuando me han copiado ellos a mi, primero salió en la Galaxia, luego las copias descaradas, los plagios, los escritos suecados, y esas cosas: nunca al revés.

Lamento que se les hunda su titanic; o no lo lamento: que se suban al carro: aquí, nos inventamos cada día cada uno, y si tengo lectores, les estoy agradecido, realmente, a todo aquel que se molesta en leerme, y muchas gracias, y no es algo hecho: así lo siento; si esta gente se ve amenazada es problema de ellos, porque yo no doy noticias ni juego a salones del XIX en Madrid, cortesanos de un florido mental que como constructo se les deshace, como se evade la arena de las manos: y Gracias a Pozo por referirme, y gracias a mis lectores por contármelo, pero estas cosas llevan tiempo sucediendo, y más lo veréis: porque el oro siempre es el oro aunque lo arrastres y lo pises y la escoria siempre es escoria, por más que lo purifiques.