sábado, 13 de enero de 2007

Una canción para ciberenamorados

El tiempo Traduce el hipertexto a enlaces sonoros

Siempre que la distancia haya impuesto su norma

Y acabas conjurando presencias a tu lado.

Aunque al saber filtrada la relación por la pantalla

Siempre inquieta la presencia de tal modo

que resulta misteriosa, inquieta, lejana

y tiendes a apartarla a un lugar remoto

al cual sólo se accede por el fragor de la red.

Allá en la noche el recuerdo turba:

Escondido en el hiperespacio hay una historia de amores furtivos.

Una mujer quizá te espera, alguien quizá es sincero

¿Cómo vas a saberlo? ¿cómo podrás encararlo?

¿Quién averiguará la certeza de esos amores robados al tiempo,

Quien te dará el rigor de un cuerpo sabido?

Porque hurtas tu vida de la realidad inmediata

Fiando a las ondas las certezas inexistentes

Huyendo-¿Quién sabe?-de tu vida enredada

de los rigores de las presencias inmediatas, aburridas y deleznables.

En la noche ese amor brilla, y oscurece la realidad maloliente

Y a ella le hurtas tus miserias cotidianas.

Cuidado con los amores que esconden sus secretos

Que- hay que desear- habrá realidades de cuerpos

Y mejor ser concreto y encarar con certezas

Expresadas como cuentos de maravillosos momentos

Soñados y compartidos: no por ello menos ciertos.

Alumbra en la noche tu vida con esa presencia distante

Que los fragores del tiempo definirán su constancia:

La certeza nunca será tal sin presencia :ahí toma sentido

Y tu vida fluye, como el reguero de agua

Con el que ella se lava el pelo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La red, como el camino que sigue Alicia, puede ser solo un sueño, sólo parte de la realidad que deseamos o también la forma en que podemos saciar nuestra curiosidad y aprender.

Anónimo dijo...

Me encanta leer este tipo de escritos tuyos

Peggy dijo...

Hay gente que se esconde de la realidad, y el mundo virtual es una excusa.