La hija de unos amigos, (unos 25, preciosa) hablando con su tío (o sea, yo) por msn me decía que había que esperar a que fueran los chicos los que se lanzaran
¿porqué?
Porque así luego los puedes culpar si todo sale mal.
No es mala estrategia, por eso los hombres ya no nos creemos nada, empero la estrategia sigue, en ellas al transcurso de todos los años, en la sociedad, en la vida.
Si no hoy ha sido mañana será el día en que todos los editorialistas, blogueros con afanes y demás aspirantes al Olimpo literario hagan o intenten florituras verbales (pero claro, de profunda carga ideológica) a cuenta de los incendios el medio ambiente , el ambiente, el medio, y un señor que lleva sombrero.
Pero tiene razón la sobrinilla: lo importante es saber quien cargará con la culpa. Todo lo demás accesorio.
En eso consiste el sistema político redundante y rebuznante en el que vivimos.
Yo soy de pueblo; siendo niño vi zorros por los montes, vi los montes, sentí la tierra; la superficie forestal de España era infinitamente mayor a lo que es ahora, y se mantenía con un sofisticado sistema carísimo de protección: además de grandes bandas de ecologistas organizados en batallones que tomaban el pulso, la tensión y la temperatura a cada árbol cada media hora, un sofisticado sistema de satélites alertaba de todo eso. Franco no solo perseguía rojos, también pirómanos.
Se trataba de un señor bajito con una escopeta de perdigones de sal (cicatrices en mi culo a la exposición) que iba en una mobylette, pagado por la cámara local agraria.
Como había muchos bosques árboles pantanos y demás, todos sabíamos que existía un forestal que si nos pillaba en el río pescando sin licencia nos haría mil y una maldades, pero no lo vimos nunca, ni se de ningún niño que lo viera.
Había arboles, problemas de plagas de jabalíes, zorras frio y a veces hasta sequía.
A las mujeres las querían sus maridos, las mujeres cuidaban a todos los críos de la calle, dando igual de quien fueran.
Los parricidios los cometían mujeres.
Jugábamos al futbol en la calle, y aprendí a meneármela junto al rio (más tarde bajo la higuera mi amigo y yo llegamos a tener un mueble bar, pero eso ya es otra historia)
Había bosques, extensiones, vida animales, cazadores etc. Y un forestal. Al que nunca vimos.
Nos jodió la cosa algo peor que a la madre de Bambi: llegó la socialdemocracia.
Y claro, como el monte pasó a llamarse medio ambiente, y todos estábamos en peligro por no se que paranoia de moda, se empezaron a multiplicar los estudios explicando lo mal que estaba todo, y empezaron a multiplicarse los burócratas asociados a los “bosques”. Tuvimos suerte: jamás vimos ninguno por los montes.
Pero cada vez hubo mas, y más medio ambiente al que proteger, y mas incendios, y mas burócratas.
Y claro, necesitan que se pegue fuego todo para poder seguir protegiéndolo. Acojonante.
La función creó el órgano. En que mala hora.
Quisiera poder ser un niño y poder ir a la escuela.
5 comentarios:
Estupendo este artículo.
La verdad es que no entiendo mucho del tema, más bien nada. Por ejemplo, no sé si los territorios quemados son propiedad pública y cómo está gestionado eso. Lo sospecho, porque si estuvieran "privatizados" es mucho más probable que cuidaran de sus propiedades. Con unos administradores públicos desvergonzados, y sin sanciones ejemplares (la horca para los pirómanos, o algo así) sólo podemos esperar esto. Y cosas peores.
Es muy facil Eduardo: no se puede construir ni recalificar terrenos ni nada de eso. El problema es que se ha generado tal volumen de dinero a cuenta del "cuidado del medio ambiente" que hay demasiados intereses en que el enfermo este mal para tener que cuidarlo. Si la gente se olvida del "medio ambiente" en treinta años todo arreglado.
La verdad es que esto es un escándalo increíble.
Por varias razones; primero por el severo cuestionamiento de la "ideología del medio ambiente" y la gestión pública -no digamos ya si es el socialismo el que gobierna.
Segundo, por la ineficacia total del sistema autonómico -directamente dimanado de la sobrevalorada constitución de 1978. Les han tenido que ayudar desde toda España, y la "descentralización" en temas como este sólo es causa de inoperancia.
Tercero, una vez más la perfidia del sistema de partidos, con la ministra culpando a funcionarios "rebotados" e intentando sacar partido ideológico de los desastres.
creo entender a ignacio cuando dice "en treinta años todo arreglado". probablemente porque la naturaleza es sabia.
por otro lado, me ha llamado la atención: "...las mujeres cuidaban a todos los críos de la calle, dando igual de quien fueran".
quizá has querido expresar una metáfora sobre los bosques, que según los impermeables ecoseudopacifistas, cuando se queman 'algo suyo se quema, señor conde'. hay que ser demagogos.
interesante artículo.
el de ayer sobre este mismo asunto te salió muy 'incendiario'. en principio me quedé epatado, pero pensándolo más y ligándolo a este último texto creo que no te falta razón.
sobre la falta de verguenza de tanto pícaro greenpeace me sugiere que sí, que así le va a los bosques y así nos va a nosotros.
Efectivamente
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