domingo, 9 de julio de 2006

Misa



Éste lado de la galaxia fue a ver al gran y verdadero maestro jedi:

Una misa impresionante. Y un acto de alegría y consideración. La cifras oficiales dicen millón y medio de personas; seguro que había más.

De la misa, nada nuevo os podría contar. De la gente, cada vez me sorprende más, y más frecuentemente la fuerza del pueblo.

Porque ya toca recobrar el significado de las palabras: el pueblo es el pueblo de Dios, lo de manifestación, pueblo y toda esa terminología es evangélica: en Valencia las palabras han cobrado significado.

La gente era amable y correcta, limpia y educada, al irse, las papeleras y contenedores de basura estaban llenos, los sitios donde ha habido gente no han dejado rastro.
Donde yo estaba oyendo la misa, cerca había un progre con cámara y uniforme progrecologista, al cual nadie le ha dicho nada; lo único desagradable es que se ha negado a dar y que le dieran la paz, pero bueno, el se lo perdió.

Unas señoras me han comentado que sus hijas, voluntarias, habían sido provocadas por los miembros de una mesa de los de jo no tespere; al pasar ampliamente de ellos, con mucho talante se han dedicado a provocarlas (a chavalas de diecisiete años) y ponerles la zancadilla, etc. Las chicas se han ido de su lado, pero han puesto zancadillas (literal ) resultado: un tobillo fastidiado.
Es lo que tiene el talante, son gente lamentable.

Y dejo constancia de la labor que han hecho los voluntarios, mi agradecimiento por lo que han hecho por Valencia y por todos los católicos.

Y bueno, ya comentare mas cosas, conforme vaya girando la galaxia, pero sólo unas consideraciones, rápidas:

Eran familias jóvenes, eran parejas de novios, eran familias con niños, gente activa, alegre y maravilloso el ambiente. Cuando leo en algunos blogs que hablan de la familia tradicional para intentar una oposición a las familias modernas, tengo que dar constancia de que lo único tradicional en nuestra cultura son los amargados que intentan romper lo bonito, porque les puede su amargura; eso sí es tradicional; cada familia era un mundo nuevo y antiguo, una maravilla.

Y un comentario frívolo: cuanta mujer, que guapas todas; cuanta tía buena, que gusto daba mirar y ver, la verdad. Espectacular, modernas guapas, frescas, y no iban vestidas de seducir, sino que son guapas y están estupendas.

La galaxia sigue girando; y a mi me ha confortado Su Santidad.

6 comentarios:

Eduardo Zugasti dijo...

"Pueblo" tiene origen latino, romano. En realidad procede de la Roma primitiva, monárquica, cuando el pueblo (populus) se identificaba con el ejército. De "populari", talar o arrasar; o "Popa", el sacrificador que hiere a la víctima.

No sé de dónde viene lo de "pueblo de Dios", aunque creo que era Pablo de Tarso el que escribió justo lo contrario: "No somos un pueblo". Lo buscaré.

Ignacio dijo...

San Pablo lo que dice es "no somos plebe"
LAs traducciones han degradado conceptos.
Y ha habido una traslación semántica de "el pueblo" a plebe; de Manifestación a algarabía, que son palabras de propio concepto del vangelio.

Eduardo Zugasti dijo...

Supongo que lo que quiso decir el de Tarso es que no eran un "pueblo" particular. El populus romano, sobre todo después de la reforma de Servio Tulio y más tarde con la república, estaba compuesto también de plebs, "multitud", plebeyos, además de los antiguos ciudadanos (patricios). En el fondo es el cosmopolitismo de los estoicos, la "ciudadanía divina".

Ignacio dijo...

A ver: supongfo que tienes en consideración elsignificado de pueblo romano, nada q1ue ver con pueblo de Dios ni mucho menos con la vulgarización que hacen los progres de "el pueblo"
y san Pablo, pienso que se referia más a que nosotros so mos pueblo, pero pueblo de Dios, no pueblo Romano.
De todas formaas si te interesa luego cojo la cita la busco y punto.

Anónimo dijo...

La ciudad la han dejado echa una mierda. No mientas.

Ignacio dijo...

No miento
la ciudad está impeable a menos de veinticuatro horas de la Misa, no quedaba ni rastro; sólo el altar que a final de la semana estará desmontado. Lamento que os sintais mal, deberia ser un honor paa vosotros que la ciudad sea así bendita; la maledicencia sólo os hará daño.