jueves, 11 de junio de 2009

Furor japonés

No hay manera de vivir el mundo: donde vayas te encuentras un japonés con una cámara. Ese japonés suele ir escoltado por unos mil millones más de japoneses con cámara. Hay sitios donde ni ves el suelo; tu vas viviendo, ellos van fotografiando.. .esa gente llega a su casa a ver lo que han visto, porque de tanto querer inmortalizar el viaje por el atavismo de la ilustración de ser un viajero que eso ilustra, al final viajan para copiar las postales y no ver ni vivir los sitios, pero tienen una vida ilustrada y dirán que han viajado: siempre deplorable el turismo; siempre. Pues eso es lo que hay y la gente lo copia, y alguna que ha hecho un viaje organizado a Marruecos te habla de los sarracenos como “nosotros, que sabemos y conocemos” y cosas así; la ficción de la propia vida es lo peor que uno puede engañarse a uno mismo. Conocen hoteles y los sitios a plazo fijo nunca serán conocidos; el turismo es una actividad esencialmente degradante: pero bueno, japoneses hay, el resto del mundo imita: pasan su tiempo de viaje fotografiando lo que está en las postales para no verlo ni vivirlo ni tener las postales; y a eso le llaman vacaciones, viajar y demás.

Lo mismo lo han trasladado a la realidad y a la gente le gusta: viven y hacen no por placer de hacer o vivir sino como la manera de llenar el CV; lo importante, es llenar el CV y que se note y abulte el CV: son postales de japoneses, papeles de burocracia que justifican la existencia de la burocracia, y de los papeles, que jamás implican conocimiento ni haber manejado una cuestión: me da igual el de un catedrático que el de un basurero: si, para trabajar de basurero piden CV: puedo demostrarlo.

Mientras se haga para justificar que se ha hecho, se deja de hacer y desde luego pierde rigor y vida todo lo que se haga; mientras lo importante no sea hacerlo sino justificarlo, al final nada se hace pero todo se justifica; y por imperativo español: al que no tiene CV se le inventa, a ser posible de una maldad imaginada que siempre es reflejo de los fantasmas de aquel que denuesta a otro y nunca de la realidad: porque la compasión y la piedad son palabras desgastadas en los españoles de tanto usarlas, y para hablar de otro se habla mal, o no se habla, que esto es España, y se le hace un CV para poder denigrar, más o menos acorde a nuestros horribles fantasmas que los proyectamos en otro haciendo el daguerrotipo de nuestra infamia y maldad, el daguerrotipo velado de nosotros mismos, y para vivir muchos viven la vida de los otros, por que la admiran, porque la denuestan: en el fondo es lo mismo, no viven su vida, viendo las fotos del viaje japonés.

2 comentarios:

o s a k a dijo...

"la ficción de la propia vida es lo peor que uno puede engañarse a uno mismo"

gran frase y mejor imagen: no se me hubiera ocurrido comparar las fotos niponas con los curricula vitales: genial

n a c o
arsénicoporcompasión

Javier Sánchez Menéndez dijo...

¿Qué sería de nuestra vida sin japoneses?

Pues no habría sushi.