(ojos de noche serena)
Eres de Valencia, de derechas, y desde luego zp no te ha convencido.
El pp te ofrece un candidato que alardea públicamente de ser verde por fuera y rojo por dentro; que siendo conseller declaró públicamente que él hacía una política de izquierdas, que se llena la boca de promesas de obras innecesarias socialmente (necesarias según para quien, según para qué) y que seguramente sea un hombre fuerte de Camps o algo así.
Camps, el que por su afán de protagonismo decidió ser él el desafiante del vencedor de la Copa América y se la ha cargado: los sindicatos están vacios, la gente se ha ido y los puestos de trabajo se han destruido: el enorme esfuerzo de Rita, se lo cargó en un alarde de “que maravilloso soy y que encantado estoy de haberme conocido a mí mismo”
Camps, El que siendo concejero de cultura con Zaplana elevó a los altares a las agrupaciones tan denostadas por los de derechas por catalanistas, a los altares de la subvención, claro. Obviamente, con el paso sutil de machacar a las organizaciones clásicas de valencianistas.
Da igual, ahora no se habla de Copa América, se habla del circuito, y así, trepados a la chepa del trabajo de Rita, la alcaldesa, se apuntan triunfos autonómicos que sólo le corresponden a ella.
Pero claro, te engañas a ti mismo diciendo que realmente lo que quieres es que zp no esté, y que cambie este nefasto modo de gobernar.
Y entonces llega Rajoy, y después de ponerse a decir estupideces sobre la liberación de Irak, le falta decir que la culpa del prestige la tuvo Aznar, y que aun así y todo sacará el yak 42 y se autoinculpará: eso sí: dirá que en economía tiene los mejores, lo cual posiblemente sea verdad.
Pero el problema en España no es de economía, ni se arregla con un cambio pactado de la constitución. El problema es una organización nefasta del estado, de la satrapía y del gobierno, un sistema elaborado según un criterio “científico” de los gobiernos de González que se limitaron a copiar la República Francesa, con una estructura de estado imposible de sustentar, pero enmarañada en una burocracia degradante.
Eres de derechas, y si votas al pp, vas a votar a aquellos que van a mantener las leyes por las que tanto os habeis manifestado en Madrid, eres de derechas, y lo único que vas a hacer es que no hagan valer la enorme potencia demostrada por la derecha en Valencia, sino una sumisión “al que manda” en el partido para medrar en Madrid, como provincianos paletos.
Por no decir las animaladas que hacen en Valencia bajo rimbombantes nombres y enormes intenciones, y descargadas de todo contenido ¿enumero? Porque sería un post cuasinfinito.
Eso sí, los afanes de protagonismo están cubiertos, dirán palabrería; llenarán de obviedades dichas con impostación sus declaraciones, y todo lo que queráis: votareis progre, votareis la continuidad del sistema, votareis que siga la secuencia que ha iniciado zp sólo que corregida, aumentada y con buena caligrafía; votareis la opción de que cuatro vividores se encaramen a triunfar en Madrid; votareis que se sigan parámetros políticos del XVII como norma básica de hacer política, y estamos en la guerra de las galaxias, y nadie se quiere dar cuenta.
En la calle La Paz, en las elecciones del 34 uno (que sé quien fué) en nombre de la FAI hizo una pintada que yo suscribo, hoy: Compañero: no votes. El que quiera borregos, que se los críe.
Eres de Valencia, de derechas, y desde luego zp no te ha convencido.
El pp te ofrece un candidato que alardea públicamente de ser verde por fuera y rojo por dentro; que siendo conseller declaró públicamente que él hacía una política de izquierdas, que se llena la boca de promesas de obras innecesarias socialmente (necesarias según para quien, según para qué) y que seguramente sea un hombre fuerte de Camps o algo así.
Camps, el que por su afán de protagonismo decidió ser él el desafiante del vencedor de la Copa América y se la ha cargado: los sindicatos están vacios, la gente se ha ido y los puestos de trabajo se han destruido: el enorme esfuerzo de Rita, se lo cargó en un alarde de “que maravilloso soy y que encantado estoy de haberme conocido a mí mismo”
Camps, El que siendo concejero de cultura con Zaplana elevó a los altares a las agrupaciones tan denostadas por los de derechas por catalanistas, a los altares de la subvención, claro. Obviamente, con el paso sutil de machacar a las organizaciones clásicas de valencianistas.
Da igual, ahora no se habla de Copa América, se habla del circuito, y así, trepados a la chepa del trabajo de Rita, la alcaldesa, se apuntan triunfos autonómicos que sólo le corresponden a ella.
Pero claro, te engañas a ti mismo diciendo que realmente lo que quieres es que zp no esté, y que cambie este nefasto modo de gobernar.
Y entonces llega Rajoy, y después de ponerse a decir estupideces sobre la liberación de Irak, le falta decir que la culpa del prestige la tuvo Aznar, y que aun así y todo sacará el yak 42 y se autoinculpará: eso sí: dirá que en economía tiene los mejores, lo cual posiblemente sea verdad.
Pero el problema en España no es de economía, ni se arregla con un cambio pactado de la constitución. El problema es una organización nefasta del estado, de la satrapía y del gobierno, un sistema elaborado según un criterio “científico” de los gobiernos de González que se limitaron a copiar la República Francesa, con una estructura de estado imposible de sustentar, pero enmarañada en una burocracia degradante.
Eres de derechas, y si votas al pp, vas a votar a aquellos que van a mantener las leyes por las que tanto os habeis manifestado en Madrid, eres de derechas, y lo único que vas a hacer es que no hagan valer la enorme potencia demostrada por la derecha en Valencia, sino una sumisión “al que manda” en el partido para medrar en Madrid, como provincianos paletos.
Por no decir las animaladas que hacen en Valencia bajo rimbombantes nombres y enormes intenciones, y descargadas de todo contenido ¿enumero? Porque sería un post cuasinfinito.
Eso sí, los afanes de protagonismo están cubiertos, dirán palabrería; llenarán de obviedades dichas con impostación sus declaraciones, y todo lo que queráis: votareis progre, votareis la continuidad del sistema, votareis que siga la secuencia que ha iniciado zp sólo que corregida, aumentada y con buena caligrafía; votareis la opción de que cuatro vividores se encaramen a triunfar en Madrid; votareis que se sigan parámetros políticos del XVII como norma básica de hacer política, y estamos en la guerra de las galaxias, y nadie se quiere dar cuenta.
En la calle La Paz, en las elecciones del 34 uno (que sé quien fué) en nombre de la FAI hizo una pintada que yo suscribo, hoy: Compañero: no votes. El que quiera borregos, que se los críe.
4 comentarios:
Tienes razón Ignacio, pero es lo que hay. Matamala o matapeor...
Hola, Mao :-)
Creo que el porcentaje de abstención es fácilmente utilizable por cualquiera para argumentar desinterés; por mi parte, me parece más útil como gesto votar en blanco. Al fin y al cabo, es una muestra de que no se es una persona desinteresada de la política, sino sin partido (quizá sin sistema, incluso) que la represente.
Saludos
El hecho de votar es asumir que el sistema vale: no vale; simplemente, y esa chapuza pactada que ya anuncian de reformar la constitución por consenso, es decir, como repartirse el pastel mejor, huele mucho: si hay una abstención del 90 % se pensarán muy mucho el tener que empezar a trabajar.
La verdad que sí. ¿Para qué queremos que gobiernen? ¿Para que arreglen el desastre económico que se avecina? Que se jodan sus votantes, que son los que mas lo van a pagar.
A mí si no hacen política de derechas me importa un cuerno que sean buenos gestores de lo público. Parece como si los del PP reconocieran que solo puede legislar la izquierda en algunas cosas.
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