elecciones 2.0

Las elecciones advinentes se plantean con un esquema de propaganda clásico: por un lado, Pepiño, Llamazares y demás se quejan de que no es como ellos querían que fuera: las elecciones al politburó para elegir a los representantes del pueblo han de ser como los representantes del pueblo decidan que han de ser los representantes del pueblo para que el pueblo los pueda elegir en libertad, y si no, es que no es democrático. De eso, véase el MSV.

Por el otro lado, desconozco las maniobras tras el telón, pero que las hay, haylas. Resulta evidente que muchos ahí no saben que juego juegan.

En una cosa están de acuerdo: plantean el asunto como se plantean en América: de cara a la galería, y convenciendo por tv. Es decir: siguen en las elecciones para elegir a Kennedy.

Los “votantes” por otro lado, empiezan a dar muestras de cordura: ya no convence tanto la apariencia, ni la sonrisa, ni la palabrería huera: quieren contenidos, y definidos. Por eso zp cada día pierde más, por eso Pepiño cada día tiene más cara de besugo. Su reacción es pedir al otro sector del politburó que mantenga las reglas del juego.

Pero en el otro lado, ya empiezan a darse por aludidos: después del KO del 14 m, han visto que ha sido la gente, la derecha, la que ha salido a la calle: y van tomando nota: si no son ellos la derecha, la gente no les votará, así que menos tibieza, centrismo, consenso y tonterías y más definición: o son de derechas, o pierden votos; y no serán los que les piden “centrismo” los que les voten.

Ya no valen las imágenes de cara a la galería o la foto con famoso; ya no valen Carla Bluny ni memeces similares. Deben definirse, porque los votantes, leen los periódicos, cada vez menos, los blogs, cada vez más: les resulta imposible que las tonterías que dice Solbes, por ejemplo, cuelen cuando todos sabemos por todas partes del rigor de la crisis. Y para eso está la blogosfera. Los esquemas de propaganda ya no valen.

Aunque no lo reconozcan, y lo ninguneen, los razonamientos están saliendo de la blogosfera; tanto el psoe como pp miran con lupa los razonamientos y las “tendencias” para ir elaborando mensajes: cualquier blogger se da cuenta de eso.

Cuando murió Franco, había quinientos partidos de izquierda, dos o tres de derechas, y miríadas de partidos: tuvo sentido la unión de centro democrático; el centro tenía tal vez un significado. Ahora hay sólo dos partidos: parece que al pp le cuesta ser un partido de derecha. Pero empiezan a ver que si no son ellos serán otros. Así que empiezan a reaccionar. Y empieza a verse, solapadamente, que el centrismo en el pp está de capa caída.

Si hay más definición, el pp tiene más posibilidades de ganar, más se aleje de la definición y se hunda en el centrismo (que alguien me explique lo que es) más votos perderá.

Las sorpresas van a ser buenas, si esto sucede; en Galicia, Vascongadas y Cataluña, más de uno va a irse a freir espárragos, y entonces es cuando la izquierda demuestra su talante: cuando se hunden, se apuñalan: véase la coalición de izquierdas que se ha hundido en Valencia.

Las iniciativas de los bloggers lo dicen claro: muchos ponen claramente su definición de “soy de derechas” para no dejar lugar a dudas. El pp debe tomar nota, y no intentar acceder al juego de tomar el politburó, sino a parecer que es un partido en una democracia.

Y desde luego, el que plantee una reforma de la ley electoral que garantice no el bipartidismo sino que los votos de las personas valen lo mismo (no, ahora no vale lo mismo un voto, según donde se ponga) o ya lo que es imposible, listas abiertas, ese, arrasa.

Y mientras tanto en España la vida sigue, a pesar de tanto cenizo aburrido.