sábado, 2 de diciembre de 2006

Fin de semana a este lado de la galaxia

Si bien el tiempo nos hizo descreidos, la realidad nos dejó perplejos. A raiz de mis propias percepciones paranoicas, confirmadas por otros bloggers a su vez igualmente paranoicos he hecho un sencillo método de confirmación de la realidad.

Con un software libre (y no dire cual, de momento) que conozco por un blogger, he hecho un rápido análisis de los medios escritos: este programa coge cualquier texto y busca por todas partes copias.

Verdaderamente asombroso.

Lo he pasado no por los plagiadores, sino por varios blogs (no al azar) y luego por una serie de textos en red que son muy susceptibles. Y sorpresa: los que mas nos copian no son los periodistas: es la academia. Montones de tesis, trabajos y publicaciones llevan no párrafos, sino páginas enteras con citas inclusive copiadas al pelo de nosotros.

Entra entonces dentro de toda logica que se diga que los blogs son de fachas, etc. Nos temen: podemos dejarles en evidencia.

Ya lo hemos hecho.

Estamos en tiempos de tibieza, "centrismo" en neolingua; lo politicamente correcto (cursi si no es neolingua) se traslada a todo. Y la reacción es evidente. En la musica, y no solo en la musica, se nota: los grupos de mi juventud estan arrasando en las discotecas de Valencia: burning, golpes bajos, todos los ochenta suenan anoche en locales de moda y alta consideracion de si mismos. Hay esperanza: la gente ya está harta de tibieza, centrismo y relativismo, quiere cosas claras para poder entenderse; quiere gente que hable y diga cosas, esos discursos vacios de todo pero muy inflamados ya no venden nada, ni a sus mas fervientes; el cuento de la chica guay ya no engaña a ninguna; el vaginismo legal ha hecho que las mujeres abominen de toda proteccion legal y juridica: quieren ser mujeres, no esa objetualización ridicula a la que las someten.

Lo unico importante es el maquillaje y la posse adoptada; y ya no: la gente quiere ser autentica y relacionarse con cosas per se, no por su apariencia. Hartos de mostradores de maniquis infectos.

Así que hemos triunfado: hemos levantado la peor de las envidias, y se manifiesta por la condescendencia; sigamos blogeando, que nos vamos a reir mucho de los popes de la realidad en breve.




Mientras tecleo, oigo una canción


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