domingo, 1 de mayo de 2011

Son como niños

 

Todo el aparato de propaganda, desde periódicos, radio y tv, los políticos y los sindicalistas, ONG y demás recuas del bien pensar según toca, hablan y tratan a la gente “como niños” o como si todos fuéramos estúpidos. Acaban los emisores creyéndose superiores a los demás y la gente pensado que es imbécil y actuando como tal: es el Principio de la vulgarización de Goebbels. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

Y les funciona, porque la realidad lo evidencia: cada día la idiotez está más presente.

La declaración de lo sublime de la mediocridad como paradigma ha destrozado todo el sistema educativo convirtiéndolo en una forma de estabulación; de este modo la excelencia está proscrita en base a un presunto buen rollo en el cual “nadie es mejor que nadie” y por tanto nadie gana nada ni nadie tiene mas nota ni nadie destaca en nada: la educación destrozada y la maldad extendida: yo sí soy mejor que otros; José Luis Rodríguez “El puma” es mejor político que los otros al haber ganado, los que se han forrado sin trabajar con este sistema, traje y corbata son mejores que otros: lo que no digo es la cualidad ni la calidad, pero hay instrumentos de mesura: véase como se postran ante cualquier poderoso, real o ficticio, y como ignoran a los débiles y menesterosos: a su vez, a quien temen lo hacen débil, o menesteroso: la envidia es muy poderosa.

2 comentarios:

Museros dijo...

Es que nos hablan como si fuésemos niños estúpidos porque, en general, nos comportamos como niños estúpidos.

Aunque no sé si nos acabamos comportando como niños estúpidos porque nos hablan como niños estúpidos (por dejadez o maldad -suponiendo que sean cosas distintas, que no lo tengo muy claro- adoptamos el papel que nos asignan).

María Cusí dijo...

Si creo que adoptamos el papel que nos asignan