Hasta cuando dicen que mienten, están mintiendo. Es complicada la condición humana, es recurrente la conciencia. Hay gente tan embebida en su leyenda personal y en el rol que se han asignado ellos a ellos mismos, que han interiorizado tanto al personaje que refulge en la oscuridad como un trabajador de Fukushima, envuelto en trajes de superhéroe de todo a cien con bragas de mercadillo, que hasta cuando reconocen una mentira, están mintiendo: es una actitud perseverante, a los ojos de los otros ridícula, pero evidente al ajeno con percepción aguzada (o sea, yo) y no es difícil de ver: no hablo sólo de políticos: el arraigo de la mentira es tal que todos las dan por ciertas, las certezas se han hincado en la moral constitucional por lo civil y en el sistema de enseñanza de tal modo que la mentira es ley, el engaño actitud y el insulto talante.
Es muy poderoso el reverso tenebroso.
2 comentarios:
Lo que dices es mentira... o no
Se enseña la lengua del Imperio.
Un abrazo.
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