Furibundos estaban contra el catolicismo, contra la oposición, contra todos los tópicos, que ya les son pocos y reducidos, denostando e insultando: son chavales jóvenes, y realmente lo que están haciendo es celebrar la santificación de Juan Pablo II: es el Papa que habían tenido desde su nacimiento, para ellos “El Papa” era definido, humano, uno y sólo ese, cuando murió todos reflejaron su pérdida, a favor, o mortificándose hablando mal del catolicismo, insultando al sucesor: era, es, realmente su muestra de dolor, pero tan condicionados van por la estabulación recibida que ni siquiera saben distinguir sus sentidos, sentimientos y sensaciones: y creen que son científicos, serios, roqueros, modernos, perroflautas o personas porque se argumentan a sí mismos: desconocen que cuando necesitas argumentarte y justificarte ante ti mismo es que ni sabes quien eres; de ese modo han celebrado el reconocimiento a “su” Papa: los unos invocando, los otros ejerciendo la contrainvocación. Todos lo lloraron, pero se engañan a sí mismos en el constructo de sí mismos que les posee.
¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...en tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos los caminos conducen a alguna parte, en tal de que andes un trecho lo suficientemente largo"
1 comentario:
Pues sí, hay mucho de eso. Pero realmente hace falta ser imbécil para tener que justificarse ante uno mismo por admirar la labor que hizo un hombre que, inspirado por el Espíritu, cambió el mundo.
Y la panda de subnormales que denostaron a Benedicto desde que se calzó las sandalias del pescador, no se han enterado de nada de lo que Juan Pablo hizo, porque Benedicto está continuando la labor de quien fue su compañero y amigo.
Sí, los hay que no saben ni quienes son ni lo que piensan. Son ignorantes hasta de sí mismos. Penoso.
Publicar un comentario