En Venezuela hay gente que ha enviado a su familia fuera y ellos están preparados para lo peor: no son los voceros; simplemente callan: quien habla con autoridad rápidamente es desactivado; las reuniones de tupperware por internet son realmente colaboracionistas: si no, no hubiera habido contemplaciones; colaboracionismo, sin ningún género de discusión. A cada día que amanece en Venezuela los auténticos resistentes aguantan el tirón, encima con la condescendencia mojigata de los llamados demócratas y demás ralea.
A cada día que amanece en España hay gente que lo hace en calabozos por acusaciones falsas de malos tratos, por haber dado positivo en un control sin haber causado ningún daño y siendo luego condenados por jueces evidentemente bebidos en su ejercicio. Hay palizas en las comisarías, que están hasta en you tube y hay condescendencia judicial con eso, inicuidad al trato de los abogados corruptos e indefensión por las personas. A cada día que amanece la justicia demuestra que sólo es un instrumento de su propia perpetuación, y la inicuidad y arbitrariedad del trato son más que denigrantes.
A cada día que amanece en España hay más gente que sufre a la administración de justicia, a la ejecución arbitraria y controladora de los órganos de policía contra el ciudadano y se sufre también el ver a los delincuentes ejerciendo impunes mientras el sistema se ceba en presionar hasta el acogotamiento a las personas.
A cada día que amanece en España somos más extorsionados por el sistema: se llama hacienda.
Dos tipos de aspecto más que indecoroso y evidentemente repugnantes se van de caza y hacen chanchullos ¡que novedad! ¡echémonos las manos a la cabeza! y hagamos rimbombantes declaraciones encendidas que no llevan a ninguna parte: la semana que viene, nadie habrá hecho nada para acabar con eso.
El mojigato de Luis Herrero sabiéndose a cubierto ha dicho dos ñoñerías en Venezuela: ni siquiera le han pegado dos tiros.Como los niños que hacen el mal amparándose en la protección de mayores, así ha actuado: sin hombría, sin valentía, sin entereza: como un niño malcriado. Su afán de protagonismo queda cubierto y ya se encargará de hacer de héroe de la democracia relativista mojigata cursi y repugnante: un niño malcriado.
A cada día que amanece más repugnancia siento, a cada día que amanece echo más de menos a la chica de ayer, y a todos nosotros, los verdaderos, los de siempre.
1 comentario:
En un sistema tan controlado como Venezuela ¿no iban a saber de sobra que es señor de bigote es eurodiputado? Tienes razón en que estaba a cubierto. Retinen a españoles a diario en Venezuela y no solamente allí, y nadie dice nada. Pero es que este señor... ¡¡es periodista!!.
Ignacio, si te echas de menos, vuelve.
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