miércoles, 25 de febrero de 2009

Aitaren etxea

El padre Michelena trajinaba en la fuente a la izquierda de la fachada de Aránzazu; estableció bases para el estudio del vascuence, fijándose en el XVII y no le gustaba nada el batúa; en lo alto de la campa de Urbía, junto al Aizkorri un pastor me enseñó a tratar a los perros: mi vida demuestra que aprendí: alde, hemen dik; no sabía castellano: jamás había bajado de la campa de Urbía. El padre Barandiarán, S.J. inventó la facies vascuence en las excavaciones, del mismo modo que otro jesuita en el XVII estableció científicamente que el Vascuence se hablaba en la torre de Babel (¿no sabeis el nombre? yo, sí) Caro Baroja disfrutaba estudiando la conducta de los vascuences y su aldeanismo sublimado a la patanería y el ser un palurdo (o paleto) como forma social adecuada; Borges en 1941 escribió “alardeando de ser de orígenes vascos, un pueblo que sólo tiene en su historia el haber cuidado vacas

Nire aitaren etxea

defendituko dut

Escribió Gabriel Aresti; sublimado por escribir en vascuence, y por tanto no leído.

Son tiempos recios: nadie parece organizado excepto la socialdemocracia repugnante: un hombre ha defendido a su padre, a martillazos contra los sumisos, contra la tibieza, la pacatería y la mojigatería: los valientes que se sientan en un bar callados, y cuando están en cuadrilla es cuando chillan. Inútiles en soledad y sólo válidos en cuadrilla: ¿tribales? eso diran ellos: se llama cobardía; esconderse en organizaciones, grupos o grupúsculos,esconder la cara y el nombre bajo “nombres de guerra” y actuar supuestamente por un fin enorme: dando alas a lo más bajo del hombre: la envidia, la codicia, el miedo, la ira.

Un hombre ha defendido a su padre a martillazos.

Un hombre aguarda como un tigre en un manglar viendo actuar a los comunistas recrecidos para darles el golpe letal. Caerán, de forma estrepitosa: lo veréis, lo veremos.

El embozo, escondimiento, la sumisión a una secta, el actuar por la espalda, a cara escondida, buscando siempre una tribu a la que adscribir sus infamias y cubrirse, y siempre bajo los mismos presupuestos ideológicos: la envidia, y avanzando a pequeños pasos: pero van ganando…aparentemente; en los medios de comunicación, en los políticos sátrapas: ganan, aparentemente.

Un hombre a martillazos ha defendido a su padre.

Han conseguido los comunistas que la socialdemocracia actúe como se espera: una piara de repugnantes embozados.

La piara grita mucho y alardea: en las grietas de la realidad los hombres esperan y actúan: y actuarán.

Y todos aquellos que se embozan, se escudan en el mal menor, el bien mayor, y siempre con un futuro esplendorosamente maravilloso que no asume la realidad ni a sí mismos y destrozan cuanto ven porque son incapaces de asumirse a sí mismos ni de crear nada: ni siquiera sus mentiras son consistentes, sigan atacando a los católicos por creer en la vida eterna: son más certeros y acertados que esos elaborados futuros científicos…que siempre son el futuro y nunca llegan a presente en ningún momento.

La piara ahora está desatada: a pequeño nivel, se empiezan a delatar: de cuatro, tres van pidiendo un trato “distinto” entre los comunistas han empezado las purgas: las delaciones van que vuelan: véase, véase: entre ellos empiezan a señalarse y a denunciarse, a traicionarse: está en su naturaleza, lo formuló Molotov: “no esperábamos que nos traicionaran, nosotros nos adelantábamos, y los traicionábamos primero” y entre ellos ya se están delatando, formando grupúsculos cada vez más divididos.

No será una cosa organizada o controlada: simplemente, un hombre defenderá a su padre.

Un hombre ha defendido a su padre.

Que empiece a temblar la piara y todos sus beneficiados: ni os imagináis el tamaño ni por donde van a venir los golpes: Encerrasteis al Conde de Montecristo, ahora sufriréis. Y no derramará nadie lágrimas ni siquiera de apariencia por vosotros.

Nire aitaren etxea, defendituko dut: defenderé la casa de mi padre, de la piara, de los comunistas: no hay prisa, lentamente caerán.

A martillazos.

Eso es un hombre; eso es España. Empieza la fiesta: ahora todo será diálogo. Pero su muerte está fechada en rojo: y sus nombres, y apellidos. A por ellos.

[nire aitaren etxea defendituko dut: otsoen kontra, sikuterriaren kontra… cito de memoria, traduzco de corrido: Defenderé la casa de mi padre, de los lobos, de los sicarios… versos de Gabriel Aresti]

4 comentarios:

Terzio dijo...

Detesto la violencia, pero me parece una respuesta adecuada que si cundiera variaría mucho las cosas.

Ser espectadores y víctimas perpetuas con los asesinos y sus cómplices en la celle y hasta con honores, es una barbaridad que sólo los bárbaros consienten.

Después del timo-fráude de Iruña-Veleia, es evidente que aquellas provincias bárbaras adolecen de una adecuada "romanización-culturización" que no pueden disimular con el akelarre idiomátiko de su vaskuenze como koartada.

Una falsa koartada empapada en sangre que debería clamar con más fuerza (aunque sea a martillazos).

'

cartapacio.liberal dijo...

El martillo es la solución de los "desesperados"... a la gente de paz no la defiende nadie, luego... a martillazos. Un saludo. frid

o s a k a dijo...

paletos con pasta y palos
de su cuento convencidos
son más fuertes argumentos
que esta nada en peligro
que sus gentes y sus libros
dicen 'España', no es un mito

n a c o
hasidoél

o s a k a dijo...

"No será una cosa organizada o controlada: simplemente, un hombre defenderá a su padre."

"A martillazos"

n a c o
magistral