El esqueleto de la crisis es el miedo.
El policía tiene miedo: puede quedar mal con sus jefes, y obedece al extremo las órdenes, y dado que ejerce un poder acaba sublimando su poder ante sí mismo y se encierran en su propia estructura corporativa: se vigilan entre ellos, cumplen con todo lo que les manden, fastidian a los ciudadanos y se escudan en el deber, y en su fuero interno saben que no pero nadie hoy día se juega ningún status económico por miedo: miedo, es la clave, han perdido su albedrío.
Lo mismo con los funcionarios: extreman su celo burocrático hasta la extenuación para no perder su puesto ni su status ni que les congelen los salarios o los echen, de manera que se multiplican los trámites burocráticos y se dificultan, para todo el mundo: así el funcionario de turno se justifica ante sí mismo y reacciona ante su miedo de ser puesto en evidencia o en la calle por su inutilidad.
Cualquier trabajador, va a delatar, chivarse, o esmerarse hasta la pulcritud por no perder el trabajo, mientras por el rabillo del ojo no quita pista al jefe, esperando a ver si le echa: eso fomenta el odio, la ira, el “mal rollo”
El ejemplo estirado lo veis cada día, por todas partes: esperemos que no todos sean así, pero el policía no dejará pasar una multa o una sanción, ni el burócrata un papel ni nadie nada que beneficie a otro Español, porque el miedo es lo que aterra: los que trabajan en los bancos machacarán a los deudores, todos querrán cumplir hasta la extenuación y en eso que está fundamentado en el miedo se genera una situación social de amargura, rencores odios y enfrentamientos que sólo beneficia al poder, a la satrapía, a los que verdaderamente se aprovechan de la crisis, los vividores.
Sé que es utópico: pero si miráramos más por beneficiar al otro obviando un papel, dejando pasar una multa, comprendiendo una actitud….. quizá la salida de la crisis fuera la misma, pero nos ahorraríamos amarguras.
5 comentarios:
Para que eso que usted dice sucediese, deberíamos volver a humanizarnos, y usted mismo lo ha dicho: La crisis es de valores.
O en visión conspiranoica, que es la mía: La agenda marcaba deshumanizar primero para matar de hambre después. El objetivo último, el esclavismo, que es el sistema económico óptimo del capital.
Hay ingénuos que creen que el capitalismo liberal o no, intervenido o no, es el mejor sistema económico o no. Cualquiera que sepa de historia sabe que no hay mejor sistema para el sátrapa, el mandamás, el patrono, que el esclavista, y allí nos llevan.
Soy meciendocunas, como siempre
Todo esto ya estaba ocurriendo gracias a la genial idea de millones de españoles de hipotecar su sueldo para toda la vida.
La crisis ha sido, simplemente, la patada a la silla sobre la que estaban de pie los que ya se habían puesto la soga al cuello.
Y eso que todavía la crisis no se ha manifestado. Estamos en germen.
Confiemos en que prevalezca el sentido común
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