lunes, 4 de abril de 2011

¿Quien va? El santo oficio

17 años de cárcel y 23 tomos del periodo español del proceso; Al Arzobispo Carranza, primado de España, lo apioló la inquisición en un momento de delicadeza social por Trento y el luteranismo, se disparan todas las pasiones y los aprovechados medran con ello a su favor; en una trama en la que convergen Carlos I, Felipe II, Garcilaso de La Vega y Fray Bartolomé de Las Casas; en una época definida por Luis Vives, Erasmo, Pico de la Mirándola, San Ignacio y Santa Teresa,con la aparición de la Biblia Políglota y Nebrija, y la creación de la universidad moderna en España, el arzobispo primado de España era enjaulado por la inquisición.
De este modo os presento la obra que tenéis, con licencias y los registros legales pertinentes, a vuestra disposición en la columna derecha; en formato para lectores electrónicos, pdf o Word. También en Scribd.

4 comentarios:

ZP Nunca Mais dijo...

Leído.
Qué gran hombre Carranza y qué gran injusticia se cometió con él.
Extraordinario y excelente trabajo el que has realizado y que invita a reflexionar sobre la condición humana y la ambición por el poder. No creo que la envidia y la delación sean exclusivas de los españoles, aunque es cierto que quizás destacamos algo más que el resto de los países.
¿Si no hubiese existido el luteranismo qué otra disculpa habría inventado la inquisición para acusar a Carranza? Eso nunca lo sabremos pero algo maquinarian, porque de lo que se trataba era de acabar con él de una u otra forma y en cierto sentido Carranza dejó de ser tal desde el momento en que tuvo conocimiento que la inquisición estaba sobre él no por este hecho en sí mismo, sino por los largos años que duró el proceso. Es imposible vivir de forma tranquila durante 15 ó 20 años sabiendo que estás siendo inspeccionado constantemente por un Tribunal.
Repito, enhorabuena por el extraordinario trabajo.
Un saludo

Ignacio dijo...

Creo que resuelvo ese tema; dame opinión cuando lo acabes, y muchas gracias.

ZP Nunca Mais dijo...

He puesto un post en mi blog sobre tu libro.
Saludos

Ignacio dijo...

Muchas gracias.