sábado, 9 de abril de 2011

Hermione

Los sindicatos son el nombre de una estructura saprófita enquistada en el sistema burocrático que arman lío para justificar su existencia y su perpetuación: ofenden a los trabajadores, ofenden a las personas, ofenden a la cultura.

Los políticos son una hez fundamentada en la progrez que salvaguardan los intereses de su banda, aunque ellos se consideren la “clase política” en un lengüaje paranoico que sólo se justifica ante ellos mismos.

Los profesores en escuelas e institutos, en facebook alardean de escribir mal: se llama analfabetismo.

Los médicos en hospitales chulean a los pacientes de una manera vil, cuando su título se compró en el Caribe a 12.000 euros: hospital provincial de Valencia. Ya diré nombres, no os pongáis nerviosos: podréis salir a demandarme a los tribunales; en el hospital clínico, además de semejante desdoro, hay tráfico de pastillas.

De los distintos rangos de policía, no hace falta que se hable: todos lo sabéis.

Habrá quien quiera encontrar un Lord Voldemort reunido con su banda siniestra haciendo las manipulaciones para este error horrible; pero aplicando la navaja de Ockam es evidente que tan sólo en la estupidez acumulada y la sobrevenida por la degradación de los sistemas educativos, se mantiene este sistema: muriendo, se mantiene matando: y la gente aplaude fervorosa.

Así muere la libertad, en medio de un atronador aplauso” dice Amidala en el senado galáctico: y la gente aplaude, excepto individuos que son sistemáticamente machacados por el sistema: lo importante es el sistema, la democracia, si a la gente no le gusta, se cambia a la gente, a las personas: véase España, véase Libia.

1 comentario:

Francisco Escobar dijo...

Un excelente ejercicio de taxonomia psicosocial.
Una escupida certera, filosa e incandescente al rostro hipocrita de la vieja Europa.
La radiografia de un aparato civil putrefacto que presume de sus jirones sangrantes y de sus apestosas miasmas.
Un espectaculo nauseabundo donde el jolgorio de la chusma embrutecida se confunde con el desden de los proxenetas del vicio publico y la conjura ignominiosa.