miércoles, 22 de diciembre de 2010

Ley antiblogs

Los mentecatos creen que porque hayan difundido unos banners o unas consignas por la red han conseguido que se acabe la ley contra los blogs, a la que ellos llaman la ley Sinde. Nada más lejos.

Se deben a la propaganda, y ahora hacen como que no sacan la ley: mientras prohíben fumar, y beber, en manos de una amalgama de veganos, nueva era y progrecesismos, agítese y mézclese, sólo van como cazurros a lo que deciden en un momento y hasta el final “si, si, pero yo me salgo con la mía” razonamiento cazurro y zangüango.

Ahora “hacen” como que no aprueban la ley: encontrarán la manera, con otro nombre y por otro camino, de hacer lo mismo; para ello cuentan con la colaboración de la “gente del mundo de internet” una pandilla de cretinos embebidos de soberbia que como aduladores lameculos que son acudieron a la llamada de la ministra en base a una presunta razón ciudadana “si me llama la ministra debo ir” ninguno ha hecho la mili. Esa panda de mierdas, que se equivocaron y contaron un poco de la reunión, ahora harán como que se oponen, luego se deja pasar un poco de tiempo: por ejemplo, hacia pascua, o alguna fecha despistada por ahí, y sacan la ley: entonces, a cosa hecha todos estos centristas  contemporizadores, considerarán que “lo mejor, ya que está en marcha, es que acepte el puesto” y así el autodenominado inventor de Internet en España, será director general de internet, que es lo que le han prometido; los otros, formarán parte de la “academia de internet” que también les han prometido, y con tres cargos, cuatro becas y algo de dispendio de dinero y boato para cuatro fantasmas se saldrán con la suya.

Es contra los blogs; es contra la libertad: y todos estos colaboracionistas no son mejores que los nazis, ni que los comunistas franceses colaborando con los nazis, estos oportunistas, dirigirán campos de concentración con el mismo argumentario y la misma soberbia: os han clavado esa ley, no os dejan fumar, ordenan todo con leyes absurdas y la sociedad instalada en el miedo: la historia señalará a esta gente, como se señala en Moscú a los comunistas, como siguen señalando a los Nazis la historia.

Mentecatos.

2 comentarios:

Elena dijo...

No se mojquee ujté (a lo Bono) querido Igancio; pero ¿qué hacemos?
Leer tus posts es la gotita que colma mi indignación cada día. Y entonces empiezo con la cantinela (yo es que soy mucho de monólogo) es que están comprados, nadie mueve un dedo, todos politizados (en plan shungo -a lo lola flores-)... Y entonces no tengo más remedio que aplicarme el cuento; porque más allá de algún texto que me sale de vez en cuando donde me cagüen en tó (lo siento, pero no controlo mis temáticas) poco más se me ocurre para hacer -además de haber conseguido fama de pesá hablando de ciertas cosas y de que me hayan dicho ya 1500 hombres que las mujeres que hablan de esas cosas dan miedo-.
Así que, con el corazón en la mano. Apelando a que (lo siento, es una putada) me considero tu/su (no sé si puedo tutear en realidad). ¿Qué coño hacemos? Y no me refiero a la ley de los puñeteros blogs, usted ya me entiende.

Un abrazo

Ignacio dijo...

Si me quereis, ¡llamarmen Ignacio! como la Lola Flores; es un buen comienzo, pero me han llamado de todo así que a tu criterio.
Si te relacionas con hombres que tienen miedo de hablar con mujeres es un problema, si eres demasiado vehemente, a lo mejor tambien lo es, pero ahí no te puedo aconsejar, la verdad: la gente es gilipollas, y ahí poco mando yo.

¿Y que podemos hacer? las revoluciones siempre son malas, para todos, lo que hay que ir haciendo es eso ir diciendo las cosas: ya nos hemos cargado a el mundo y al pais, que no venden una mierda; la gente que lee articulos de opinion los leen en la blogsfera, y eso es la libertad: acabaremos con la prensa tradicional tan entregada a la propaganda y se entrará aun sistema más apropiado de transmisión de información: a eso temen; a eso nos hemos de abonar; que la blogosfera se plante rotunda frente a los opinadores profesionales es bueno, pero eso no implica que vayamos contra la prensa o que vaya a morir: la tv no acabó con la radio, la potenció; los videos cambiaron de formato pero amplificaron la potencia del sonido, sin embargo seguimos en ello: un nacimiento nunca implica una muerte; ni nuestra ni de la prensa tradicional, cosa que estos comunistas en su cerrazón no entienden: sólo conocen dialéctica de los contrarios.