jueves, 23 de diciembre de 2010

La traición de las pensiones

Establecidas en un rango económico, se estudian en base a su eficacia financiera, como si de un asunto empresarial se tratara.

Se trata de que si nuestra sociedad es normal y no traiciona su historia, los avances conseguidos no se hacen a un lado en base a una presunta modernidad economicista: el asunto es que no debemos abandonar a los ancianos, a los niños, a los desfavorecidos, a los que tienen problemas. Así de simple. Si se plantea como algo economicista las personas deja de serlo para ser en valor conforme a su uso, capacidad de uso o aprovechamiento: nada que ver con desarrollos personales, todo en base a una eficacia fabril para una mayor producción.

Y si se plantea todo en términos economicistas, se acaba la defensa, la policía, la sanidad, la salud y la sociedad en pleno, tan sólo lo que descubrimos cada día como realidad.

Pero si hemos llegado hasta aquí ha sido, en muchos casos a pesar de, en otros gracias, pero siempre sustentado en la cultura: España no es la recua de gentuza que ahora nos gobierna ni los ladradores de la polis; si somos, somos con los que hubo y para los que vendrán; si no el tejido social se ensucia: y no es cuestión de anarquismo; el anarquismo hacer prevalecer a la persona sobre el estado y la organización; ahora estamos en manos de empresas dirigidas por mentecatos.

Ni vamos a un sistema anárquico, ni la teoría del caos sirve: esto es un sistema desastrado, falaz e infame, y nada más.

Y si la sociedad no es, del pasado hacia el futuro, mal vamos.

1 comentario:

Herel dijo...

Qué terjiversado y enarbolado como bandera elitista está el concepto de "cultura" que cuando he leído "pero siempre sustentado en la cultura" se me ha activado una alarma y he dudado del rumbo hacia el que se iba a torcer el resto de tu post.