miércoles, 8 de diciembre de 2010

Amanece La Inmaculada: firmes, izad bandera

Este ejército que ves
vago al yelo y al calor,
la república mejor
y más política es
del mundo, en que nadie espere
que ser preferido pueda
por la nobleza que hereda,
sino por la que él adquiere;
porque aquí a la sangre excede
el lugar que uno se hace
y sin mirar cómo nace
se mira cómo procede.
Aquí la necesidad
no es infamia; y si es honrado,
pobre y desnudo un soldado
tiene mejor cualidad
que el más galán y lucido;
porque aquí, a lo que sospecho,
no adorna el vestido el pecho
que el pecho adorna al vestido.
Y así, de modestia llenos,
a los más viejos verás
tratando de ser lo más
y de aparentar lo menos.
Aquí la más principal
hazaña es obedecer,
y el modo cómo ha de ser
es ni pedir ni rehusar.
Aquí, en fin, la cortesía,
el buen trato, la verdad,
la firmeza, la lealtad,
el honor, la bizarría,
el crédito, la opinión,
la constancia, la paciencia,
la humildad y la obediencia,
fama, honor y vida, son
caudal de pobres soldados;
que, en buena o mala fortuna,
la milicia no es más que una
religión de hombres honrados.

2 comentarios:

Váitovek dijo...

Qué es esto, Ignacio? No lo conocía, y me hace casi llorar de la nostalgia de cuando era posible ver hombres todos los días.

Ignacio dijo...

Eso, que estaba pintado en todos los barracones de todos los cuarteles, nos lo sabemos de memoria todos los soldados de infantería.
Es de Calderón.