Nos van a intentar vender las palabras huecas como si significaran algo tras el consenso de Sevilla, pero de nada valen palabras altisonantes vacías de contenido: y de tanto usarlas, y muy a su pesar la gente las va a asumir, con talante, los tunecinos hartos del socialismo con implantación obligatoria de religión oficial, han salido a las calles: debe ser demasiado, además de aguantar la repugnancia progre del socialismo, encima aguantar a los imanes pelmas: han salido a la calle con talante, consenso, palos y antorchas y al ladrón de Cartago lo han puesto en fuga: no olvidó sus millones; eso si. Lo cual, han decidido consensuar en Albania, y con antorchas y palos pero semejante talante, se quieren librar de un estado socialista, de índole religiosa y corrupto hasta la médula (valga la repugnancia), con lo cual en Albania avanzan adecuadamente, como en Túnez, como va a pasar en España, con una ligera variante: hartos hasta el vómito de la progrez pelma anticatólica aquí con los palos y las antorchas se pedirá que se deje a la raíz cristiana de España en paz, por lo demás, saldrán escoltados por multitudes con palos y antorchas, o bien hacia algún paraíso del orgullo gay, o bien hacia un cementerio: y los sindicalistas del régimen con su actuación en Murcia han certificado su deseo de ser visitados por multitudes furiosas con palos, y antorchas.
Es más lo que nos une que lo que nos separa, y todo el mundo tenemos el consenso: saldrán multitudes con palos, y antorchas. Que sigan ofendiendo con palabrería cursi, que las están llamando, y se oye su rumor, a través de cualquier espacio y tiempo se oye su rumor, y los petimetres no deben sobrevivir impunemente a tanto delito.
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