domingo, 9 de mayo de 2010

Impunidad

Amargados y resentidos dan pábulo a sus temores por la red y se llena de insultantes y amenazadores: la red los deja al descubierto, su cabeza y su plan de dominar al mundo los ponen en evidencia enseguida, gente los ve y los hace verse a sí mismos en su estupidez: la red va dando y quitando con un rigor implacable: los advenedizos a la realidad reclamando atención a base de insultos y memeces son rápidamente desactivados y desenmascarados y se quedan en sus grupúsculos de amargados: quizá sirva de terapia, pero no lo creo.

Son tiempos con una característica: impunidad.

Creen que impunemente bajo un pseudónimo sus miserias son soslayadas y nadie lo sabe: lo sabemos todos; lo sabemos todo.

Es la virtud de la red.

El control de los medios de comunicación hasta hace poco hacía que la ingeniería social funcionase; ahora se desactivan solos en el momento en que lo empiezan, y es como todo: el que no lo quiere ver, no lo ve.

Por eso es buena la libertad de la red: no creo que haya más delitos, ni más delitos venéreos, sino que ahora se les puede ver, se ponen en evidencia al saltar a la palestra: han perdido la impunidad, todos los degenerados, todas las infamias, todos los infames: todos y cada uno son rápidamente desactivados mor de su soberbia: también han sido desactivadas todas las tropelías de la ingeniería social y demás zarandajas: si alguien lo hace otro lo descubre y nos lo puede contar; la impunidad de la que gozaba el poder hasta la aparición de la red la han perdido, y por eso quieren cerrar y controlar la red con la colaboración de los tontos útiles: quieren volver al paraíso perdido de recuperar el control; y ya no pueden a los discordantes se les oye y desactivan cualquier tropelía: los francotiradores de la realidad desmontamos una a una cualquier falacia: ha caído la prensa clásica, y todo el argumentario público de los grandes partidos, de las corporaciones, se ve en la palestra: la prueba, que dos elementos se han cargado toda la trama política para aupar al sobrinísimo a los fastos de la gran política por ser vos quien sois, se los ha cargado la gente de derechas: Séneka y Museros han destrozado uno a uno todo el argumentario de hazte orín, dos tipos con dos teclados, armados hasta el cuello de razonamientos y disparando lucidez han jodido el negocio del sobrinísimo y su chacha.

Se ha puesto en evidencia a demasiada gente, demasiadas infamias y demasiados delincuentes: lenta, como la progrez, la administración judicial acaba actuando, pero no en el sentido que van esperando sino contra los infames que quieren abusar de la impunidad: necesita controlar la red la satrapía política si quieren que sigan funcionando sus experimentos de ingeniería social, simplemente. Y no lo van a conseguir aunque hagan alharacas contra los francotiradores de la red, contra la libertad y contra el hombre.

Todos nos creemos impunes y más sabios que nadie: pero la realidad nos desborda y coloca en nuestro lugar: los degenerados sexuales son vistos, y como en un cuento cuando salen a la luz pueden ser exorcizados; eso es bueno; la ingeniería social desenmascarada, y las intenciones ocultas avisadas,

Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto.

                                               Lucas 8, 16-18

 

Se acaba la impunidad para los crímenes vendidos como bondad, de los gal, filesas, y demás: siempre habrá quien lo denuncie y quien lo evidencie, siempre habrá quien quiera estar informado y no ser un  borrego pasturando por lodazales de miseria; a toda miseria intelectual hay explicación en la blogosfera, a cada infamia su evidencia, a cada idiota se le ve enseguida: y esto es la realidad, el que no está ahora en la red no está, se acabó lo de que inteletuales eran los del sistema, encastrados en la burocracia de la universidad: aquí se bate el cobre a cada día con argumentos y no todos están, y los que están evidencian el ridículo nivel de la satrapía.

La impunidad, por presencia o ausencia es una de las características de la red: hay quien la quiere adquirir, y hay quien no la quiere perder.

2 comentarios:

Conrad López dijo...

Te veo optimista, hoy ;)

Ignacio dijo...

Hoy, hace dos semanas.