Orfeo baja a los infiernos a rescatar a la mujer que quiere: esto, habla bien de Orfeo, no de Eurídice; porque para ir a los infiernos hay una parte de la voluntad: todos nos acodamos en la barra; no es obligatorio el coma etílico.
Como a todos los hombres, le pasa lo de Perseo, una vez creías alcanzado el objetivo vuelta a empezar, y hasta que te mueras; la vida se configura como un eterno retorno a la estupidez en estos tiempos de socialdemocracia sátrapa y aberrante: no es que el presidente del gobierno sea imbécil, que lo es, sino que esa imbecilidad incrustada en el sistema burocrático la oposición si gana la mantendrá permanente por el miedo que tienen a su propio deseo de poder: la conciencia les lleva al miedo; se mantendrá la estructura del “estado del bienestar” de algunos y la satrapía se configura como lo que siempre fué: no se trata de políticos, sino de burócratas de según que rango. Jamás hubo tanta necesidad y escasez de políticos como ahora: el futuro está claro; el orgullo del tercer mundo a la popa de Europa, como Stalinzuela o Argentina, que la gente sigue viva, pero de milagro: lo han hecho por el método de la Rana.
Los hombres ya no esperan princesas azules, y aberran de los amores deshojados: da mucha tristeza saber que en vez de ir a mejor hemos degradado la condición humana a una suma química, una objetualización y despersonalización de la persona que degrada todo como la lava que una vez sale por todo cubre. Veo que ya no se esconden del vaginismo y la corrección política y dicen claramente lo que por ser coherentes a algunos nos ha costado la vida, y en vez de ratificarme me entristece; quiero pensar que mis chicas (la chica de ayer, ya sabéis) no eran así, pero la realidad se impone:
una espelunca carnal
de mugre mensual, y blanca baba.
Y quizá el vate Barrantes acertó, o acertaba Bastida, o siempre hemos acertado, pero este oprobio de realidad nos degrada y contamina, infecta y contagia de hez y de vulgaridad, que es lo que hace que la gente se objetualice y milite en las estupideces que les ordenan y se degraden, y no sean personas sino ciudadanos, o proletarios, o lo que sea pero se despersonalizan y desconocen que aunque hoy es carnaval el miércoles sale el sol, es la mañana de carnaval, y no hay Eurídices que valgan la pena el viaje a los infiernos; el infierno es la realidad y ellas se han convertido en los diablos, y esto es lo peor que puede pasar a las personas, porque perdemos el élan y la creatividad: todo son esquemas narrativos simétricos y acodados, y lo más osado es algo que de mayor quiere ser La Isla del tesoro; las mujeres se acodan en su condición degradada y los hombres se duelen de buscar y que no haya nada:
Sale el sol, después del carnaval. Si no canto, el sol no saldrá, y es necesario que comience el día para poder seguir siendo humanos.
3 comentarios:
Una espelunca carnal de mugre mensual y blanca baba?
Creo que te has pasado un poco! Como me entristece!!!
Te contaré un cuento:
Erasé una vez una mujer que amó profundamente, fué un amor increible, tanto, que pensaba que moriría si él algún día marchaba; y llegó ese día: el marchó y ella creyó enloquecer y murió si!, pero sólo el alma, porque desgraciadamente su cuerpo continuaba en este mundo infame.
Hace dos años ya..., y a veces sentía como si fuera ayer y otras como si la losa del tiempo la llevara arrastrando durante siglos, pero nunca dejó de amarlo y nunca probó varón porque así lo decidió, no quería traicionarse a si misma! ella lo amaba todavía y cuando se ama, nunca se traiciona, pensó.
Pero un día, al llegar el alba, oyó a lejos como cabalgaba rítmicamente un caballo y al fijar la vista en el horizonte, vió a su "Príncipe Valiente". Observó como se movía, brillaba con luz propia y eso la deslumbró y lo admiró y lo amó desde el primer momento que lo vió, porque él significaba lo que ella creyó que se había extinguido, la honradez, la integridad, la honestidad, la capacidad de amar individual y colectivamente, y además, sólo el Príncipe había sido capaz de devolverle la esperanza de poder volver a amar y aunque ella sabía que él nunca le pertenecería, siempre formó parte de su vida; allá donde ella estuviese siempre habría un espacio en su corazón para "El Príncipe Valiente" y se lamentó profundamente , no haber sido Aleta! o Euridices! para él.
Ella continua esperando a que algún día al Príncipe Valiente le suceda lo mismo.
Continuará..........
Ignacio hay personas mujeres que todavía aman con limpieza, que exigen respeto e intentan darlo y que no quieren "un polvo por catálogo", que quieren amar, porque cuando has sido afortunado en vivir un amor tan intenso, se crea una adición y la única forma de sentirse realmente mujer es cuando realmente amas y te aman con toda intensidad.
Y ahora va.... y es cuando las feministas me linchan...
Seguramente no habréis amado tan profundamente nunca!!
Perdón por lo extenso, pero no he sido capaz de resumirlo.
Ah! Gracias por el comentario!!
Solo he leido la primera frase; el desconocer a los clásicos para comentar no es buena estrategia en este lado.
Para nada es una estrategia y el significado de la frase está clarísimo!, aún a pesar del desconocimiento de los clásicos
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